Un escape room en clase
Publicado el 23 de Octubre de 2019 | Conocimiento

Una de las dificultades que todo profesor encuentra en el aula es mantener la atención de los alumnos mientras imparte su asignatura.
Hay muchas técnicas para motivarles, pero una de las más modernas para despertar el interés del alumnado es el uso del escape room. Muchos profesionales de la educación ya lo están haciendo con beneficios muy interesantes tanto para los alumnos como para los profesores.
La técnica consiste en dividir a la clase en grupos y marcarles como objetivo resolver un enigma en el menor tiempo posible. Para ello, cada grupo de alumnos tendrá que ir superando una serie de rompecabezas e ir recopilando pistas antes de que finalice la hora de clase.
La actividad será más inmersiva si tiene un hilo conductor. Los alumnos pueden convertirse en espías en plena guerra fría, resolver jeroglíficos para salir de una pirámide en Egipto o encontrarse con naves espaciales y tecnología fastinante fruto de una temática futurista. Podría sernos de utilidad usar una historia que conozcamos bien para simplificar la fase de documentación. Un buen vídeo introductorio resultará la herramienta perfecta para comenzar.
Para diseñar la actividad primero hay que proponer retos fáciles e ir subiendo la complejidad y dificultad de los mismos conforme sean resueltos. Las pruebas pueden ser físicas si contamos con el gimnasio del centro o intelectuales, incluyendo problemas de lógica, matemáticas, rompecabezas o preguntas a respuestas concretas relacionadas con el temario.
Así, el año del descubrimiento de América puede ser la combinación de un candado que esconda los elementos del siguiente reto dentro de una taquilla, una caja o incluso una mochila.
Rotuladores de tinta invisible, pendrives con nuevos retos digitales, mensajes con código morse y palabras escondidas en imágenes como las que proporcionan las aplicaciones HideSee o Snotes serán nuestros aliados durante el diseño de nuestro scape room.
Este tipo de retos ayudan a desarrollar la visión de conjunto, la habilidad para trabajar en equipo y la capacidad para resolver problemas. Diseñar las pruebas puede ser incluso más didáctico que resolverlas por lo que también puedes proponerles a tus alumnos que diseñen su propio scape room para que lo resuelva otro equipo.
Por Lucía García
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