Telómeros: los protectores de tu ADN
Publicado el 2 de Marzo de 2021 | Biología y Geología

Para entender qué son los telómeros quiero que pienses en las portadas y contraportadas de los libros antiguos. Aunque no solían ser muy vistosas, eran gruesas porque la función inicial de las portadas ha sido la de proteger las páginas interiores. Es verdad que con el tiempo las portadas han ido evolucionando pero esa función protectora está allí: son partes al inicio y al final del libro que protegen las palabras situadas en el interior. Lo mismo hacen los telómeros en tu ADN.
Todo nuestro genoma es una secuencia de 3.000 millones de letras, llamadas nucleótidos, que forman (entre otras cosas) aproximadamente 20.000-25.000 genes, que al igual que las palabras, son unidades de información que tienen un significado concreto. Y todo esto, en vez de tenerlo guardado en un único libro muy gordo, lo tenemos repartido en veintitrés cromosomas, de los cuales en líneas generales tenemos una copia de cada uno (salvo los cromosomas sexuales de los varones). Así que tú, yo y casi todo el resto de los miles de millones de personas que viven en este planeta tenemos cuarenta y seis cromosomas, los cuales, poseen extremos que fácilmente se dañarían por agentes externos si no tuvieran una especie de cubierta: los telómeros.
Los telómeros son una repetición de una serie de nucleótidos en los extremos de los telómeros cuya función principal es proteger la información dentro de los cromosomas: igual que la cubierta de un libro se va desgastando pero las páginas internas están protegidas, lo mismo ocurre con los telómeros. Con el paso del tiempo se van consumiendo y, cuando llegan a un cierto punto de desgate, su acortamiento sirve de señal para activar la muerte celular programada de la célula (también conocida como apoptosis). Esto es muy importante para nuestra salud, ya que así la célula es eliminada y sustituida por una sana con los telómeros intactos, realizando así el cambio antes de que el ADN quede al descubierto (lo cual haría peligrar el funcionamiento habitual de la célula). La idea es ir sustituyendo las células por otras nuevas antes de que las viejas puedan dar problemas importantes, y el reloj que marca cuándo hacer este cambio es el estado de los telómeros.
La importancia de estas “cubiertas” genéticas es grandísima. Por un lado, se asocia una mayor longitud de los telómeros a una mayor longevidad, ya que tener unos telómeros más largos haría que nuestras células estén protegidas más tiempo y esto puede ser beneficioso para luchar contra el envejecimiento… pero, por otro lado, tener telómeros muy largos también es peligroso porque supone que las células viven más de lo que deberían e incluso con esos telómeros su ADN va acumulando fallos, van dejando de funcionar bien… y, de hecho, muchos estudios epidemiológicos asocian una excesiva longitud de los telómeros con varios tipos de cánceres. Además, se sabe que algunos cánceres precisamente mutan para tener unos telómeros largos y evitar varios mecanismos de apoptosis… así que los telómeros no solo son importantes, sino que son un ejemplo del equilibrio que hacen nuestras células entre la vida y la muerte.
Por Pablo Barrecheguren
Anterior | Siguiente |
El precio emocional que pagan por la pandemia los jóvenes estudiantes | Los más pequeños y la pérdida de aprendizaje durante la pandemia |