¿Qué coste ha supuesto la pandemia para los estudiantes?

Publicado el 13 de Mayo de 2021 | Conocimiento

No hay duda de que muchos jóvenes estudiantes sufrieron una pérdida de aprendizaje el pasado curso y que no recibieron la misma educación que habrían recibido sin la pandemia de coronavirus.

Y es que, a pesar de todos los ajustes y sacrificios a los que nos hemos acostumbrado en los últimos meses, las interrupciones a gran escala del ámbito educativo siempre son una dificultad, a veces una tragedia y, a menudo, una oportunidad. Con frecuencia son los tres, señala el docente Ron Berger en su artículo "Our Kids Are Not Broken".

"Nuestros hijos han perdido muchísimo: familiares, conexiones con amigos y profesores, bienestar emocional y, en muchos casos, estabilidad financiera en el hogar. -comienza el artículo- Y, por supuesto, han perdido parte de su progreso académico".

Es muy sensato preocuparse por la falta de progreso académico durante la pandemia. Porque la crisis expuso primero, y luego amplificó, las desigualdades vinculadas a la pobreza, discapacidad o aislamiento rural. Y meses después de la pandemia, las diferencias siguen siendo abismales. Existe un consenso amplio y creciente de que el aprendizaje online no ha sido un sustituto perfecto de la enseñanza presencial.

Pero, pese a lo anterior, no hay nada más urgente que mitigar el coste emocional y psicológico sufrido por los estudiantes durante los últimos meses. Miles de personas han muerto. Y en algunos casos los alumnos se habrán sentido además abrumados tras la vuelta a rutinas perdidas escolares que perdieron durante unos meses.

Por ello, entre algunos docentes existe la opinión de que enfocarse primero en las necesidades emocionales del niño, en su seguridad, autoestima y confianza académica debería ser la principal preocupación y no anteponer la recuperación de contenidos a las necesidades de los estudiantes. Asegurarse de que todos los niños sientan que un adulto se preocupa por ellos es un amortiguador eficaz contra experiencias adversas. Y la pérdida de aprendizaje, aunque haya sido real, se resolverá por sí sola con el tiempo.

Por Manuel Caro