¿Qué células hay en nuestra sangre?
Publicado el 30 de Octubre de 2025 | Biología y Geología
De todos los tejidos que forman nuestro cuerpo, la sangre es el más particular. No solo es un líquido donde las células están flotando en suspensión, sino que además está compuesto por células muy distintas.
Por un lado tenemos las plaquetas y los glóbulos rojos. Ambas carecen de núcleo, pero mientras que las primeras son importantes para formar coágulos (lo cual es esencial para detener el sangrado y favorecer la cicatrización), las segundas son las responsables de transportar el oxígeno que respiramos. Y por otro lado, tenemos el amplio grupo de los leucocitos, también llamados glóbulos blancos, que son células inmunitarias. De más a menos frecuentes, estas son las principales células inmunitarias sanguíneas:
• Neutrófilos: son del 40-70% del total de leucocitos. Muy importantes en los procesos inflamatorios y, además, son células fagocíticas (es decir, pueden comerse elementos que inmunitariamente sean problemáticos).
• Linfocitos: del 20-45% del total, son un grupo variado. Hay varios subtipos de ellos, pero todos son esenciales en lo que se conoce como inmunidad adaptativa. Esta es la respuesta inmunitaria potente, pero relativamente lenta, que desarrollamos de manera específica contra cada amenaza.
• Monocitos: son poco conocidos porque son los predecesores de los macrófagos, que son las células fagocíticas más famosas. Básicamente, tras nacer, los monocitos circulan por sangre durante unas horas mientras van creciendo hasta que eventualmente se mudan a un tejido, en el cual se transforman en macrófagos. Los monocitos suponen del 2-10% de todos los glóbulos blancos.
• Eosinófilos (1-6%) y basófilos (0-1%): aunque ambos tienen un papel en la lucha contra los parásitos, hay matices en sus distintas funciones.
La composición celular de la sangre es clave en clínica. Por ejemplo, un dato básico es saber cuántas células hay de cada tipo tenemos ya que un exceso o falta sugiere un problema. Es más, en el caso de los glóbulos blancos también son importantes las proporciones de cada una de ellas; es decir, del total de glóbulos blancos cuáles son los porcentajes de cada uno. Esto se conoce como “fórmula leucocitaria”, y es otro de los datos presentes en las analíticas de sangre.
En definitiva, la fisiología de la sangre es ciencia básica que se usa de rutina en clínica y puede ser clave para diagnosticar enfermedades de todo tipo. Y si quieres saber más sobre la sangre, pues leer este artículo sobre la fase líquida de la sangre: el suero sanguíneo .
Aplicación en el aula
Si los alumnos desean ver cómo son los distintos tipos de leucocitos, en este vídeo se muestra cada uno de ellos. Con la información del vídeo se puede plantear a los alumnos realizar una simulación de contaje de “fórmula leucocitaria”, para lo cual basta con acceder a la siguiente web.
Por Pablo Barrecheguren
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