Psicología de la inversión

Publicado el 9 de Junio de 2022 | Economía

Desde que nos levantamos por la mañana ya empezamos a tomar decisiones. Algunas son banales…. qué comemos hoy o qué ropa nos ponemos… pero otras, como las decisiones de inversión, tienen gran trascendencia en nuestra vida.

Se supone que los inversores toman decisiones de tipo racional basándose quizá en sus conocimientos financieros o sus objetivos económicos, pero en realidad influyen también los conocidos como “sesgos cognitivos”. Un sesgo cognitivo es algo que afecta al razonamiento lógico y que nos hace tomar decisiones en un sentido poco racional. En psicología son conocimos muchos y todos nosotros seguro que caemos en la “trampa” de algunos de ellos a la hora de tomar alguna decisión económica; veamos algunos::

1. Sesgo del “anclaje” . Muchas personas tienden a dar mucho peso a un dato aislado y dejar de lado otros aspectos; por ejemplo…si me dicen que las acciones de cierta compañía el año pasado obtuvieron una alta rentabilidad… quizá me olvide de todos los demás datos de la empresa.

2. Efecto “halo” . Consiste en pensar de manera positiva sobre algo o alguien a partir solamente de una característica positiva. Podemos invertir en cierta empresa solamente por el éxito de uno de sus productos o por la personalidad y carisma de su máximo accionista.

3. Aversión a las pérdidas. En la mayoría de la gente pesa más al tomar una decisión de inversión la posible pérdida que la ganancia equivalente. ¿Cuántos de nosotros hemos comprado cosas que no teníamos intención de comprar para no perder un cupón descuento próximo a caducar?

4. Efecto dotación. Consiste en atribuir mucho más valor a las cosas que poseemos del real. Normalmente el vendedor de una casa tenderá valorar a su vivienda muy por encima del mercado. Cuanto más tiempo es de tu propiedad algo más “apego” tendrás a ello, produciéndose este efecto

5. Costes irrecuperables o hundidos. Son situaciones en las que costes producidos en el pasado y que no se pueden recuperar nos influyen en otras nuevas decisiones. En ocasiones las empresas invierten grandes cantidades en proyectos que, a la mitad de la inversión, se demuestran poco rentables. En lugar de abandonar el proyecto, muchas empresas siguen hasta el final al no querer asumir la pérdida, generándose nuevas pérdidas adicionales.

6. Exceso de confianza. Muchas personas tienden a sobrestimar su intuición y conocimientos sobre algo. Ese sesgo puede llegar a sobrevalorar las posibles ganancias de una inversión y a infravalorar sus riesgos.

7. Sesgo de “autoridad” . Tiene que ver con la idea de dejarnos llevar por lo que piensan personas que son admiradas por nosotros por algún aspecto. Las ideas de estas personas pueden ser consideradas ciertas aunque no sean expertos.. simplemente por quien son. Este sesgo es utilizado mucho en publicidad.

8. Efecto “manada”. En numerosas ocasiones nos dejamos llevar por la tendencia mayoría sin tener en cuenta nada más.

9. Falacia del jugador. Este sesgo nos dice que la frecuencia de un resultado en el pasado afecta a la probabilidad de que ocurra lo mismo en el futuro. Muchas personas juegan al mismo número en la lotería pensando que… si no ha tocado en el pasado… cada vez existen más posibilidades de que toque en el futuro.

En definitiva, estos y otros sesgos están presentes en todos nosotros en mayor o menor medida. Estos sesgos nos ayudan a procesar la información y tomar decisiones más rápidas… aunque no siempre sean muy lógicas o racionales

Aplicación en el aula

El ser humano debe estar constantemente tomando decisiones económicas. Para tomarlas nos basamos en algo que no siempre es racional. Los “sesgos” son pequeños atajos que todos tomamos. En el aula se puede debatir qué sesgos son los más habituales

¿En qué basas tus decisiones de consumo? Por ejemplo las zapatillas o la ropa que llevas

Imagina que pudieses elegir entre dos buenas inversiones a priori. ¿qué aspectos no lógicos te influirían?

¿Cuáles de los sesgos de la lista te influyen más?

¿Cuál fue tu última decisión no lógica? ¿en qué te basaste para tomarla?

¿Has pensado en tus estudios futuros? ¿qué tendrás en cuenta? ¿te influirá algún sesgo de la lista en esa decisión?

Por José Ángel Navarro Martínez