Plantas epifitas: el ejemplo de las orquídeas
Publicado el 26 de Junio de 2025 | Biología y Geología

Tener plantas en casa es una forma sencilla de aprender un poco de biología vegetal. Mantener una planta viva implica conocer su funcionamiento general pero, sobre todo, entender que cada tipo de planta requiere unos cuidados específicos. Por ejemplo, si te compras una orquídea verás que el sustrato, la tierra en su maceta, es bastante diferente a lo habitual. Pero… ¿por qué?
Generalmente las mezclas para orquídeas son sustratos muy aireados (con mucha corteza, fibra de coco o vermiculita) que apenas tienen tierra en la mezcla, si es que tienen. Esto se debe a que los sustratos deben imitar las condiciones naturales en las que crece la planta, y la mayoría de las orquídeas son plantas epifitas. Son plantas epifitas aquellas plantas que crecen sobre otra planta, y en el caso concreto de las orquídeas hay en total unas 31.000 especies, de las cuales aproximadamente el 70% son epifitas mientras que el resto crecen en el suelo. Muchas orquídeas epifitas crecen en árboles, y como bastantes de ellas se venden comercialmente, de ahí que en las macetas el sustrato suela imitar las cortezas de los árboles. Eso sí, también se tiende a vender estas plantas en macetas transparentes ya que existe la creencia de que pueden realizar la fotosíntesis por las raíces. Sin embargo, aunque muchas orquídeas tienen clorofila en sus raíces, hay serias dudas de que esos tejidos sean capaces de realizar la fotosíntesis de manera significativa. Por ejemplo, en un estudio con orquídeas de la especie Vanda (que son frecuentes en tiendas) se encontró que la actividad fotosintética en sus raíces era bastante residual.
Un punto importante es que las epifitas no son plantas parasitarias, es decir, que no consumen recursos de la planta sobre la que crecen. Simplemente la usan, por ejemplo a un árbol, como punto de crecimiento, lo cual en sí mismo puede darles cierta ventaja: en el caso de selvas o zonas con vegetaciones altas y tupidas, crecer en las ramas de los árboles hace que te llegue más luz y estés a salvo de algunos animales herbívoros.
Volviendo a las orquídeas, y ya para cerrar, es importante verlas como algo más que un objeto decorativo: las plantas epifitas son un elemento de la biodiversidad que cumple funciones como dar alimento y cobijo a animales presentes en las masas forestales (artrópodos, pájaros o incluso murciélagos). De ahí la importancia de su conservación y la de los espacios donde crecen. Y si quieres saber más sobre plantas populares, aquí puedes aprender sobre qué son las plantas variegadas.
Aplicación en el aula
Un ejercicio interactivo puede ser llevar una orquídea al aula para que los alumnos puedan estudiarla directamente, o como mínimo se puede buscar a través de internet por los catálogos de los viveros locales para que el alumnado tenga una idea de la gran variedad que hay de orquídeas. Adicionalmente, se puede visualizar la película “Los últimos días del Edén” (1992), en la cual se abordan temas como la gravedad de la destrucción de los espacios naturales.
Por Pablo Barrecheguren
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