Para una educación STEM más equitativa e inclusiva

Publicado el 22 de Junio de 2021 | Física y Química

Hace ya bastante tiempo que se estudia el comportamiento de los chicos y las chicas ante el ámbito STEM (de Ciencia, Ingeniería, Tecnología y Matemáticas, por sus siglas en inglés), el cual se ha demostrado diferente. ¿Cómo se identifica el alumnado con el mundo científico-tecnológico? Esa es precisamente la pregunta que se han hecho dos investigadoras para conocer las diferentes reacciones, que pueden ir desde el rechazo hasta el entusiasmo hacia un entorno o un reto científico-tecnológico. Han plasmado sus hallazgos en la web de la FECYT, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

En este análisis sobre la educación científica, Digna Couso y Carme Grimalt-Álvaro ofrecen datos que pueden ayudarnos a educar en STEM no para que los estudiantes “sean futuros profesionales STEM, sino para que no descarten las STEM de su vida por los motivos inadecuados”. En el texto se refieren al posicionamiento STEM como la forma en que cada persona ve y se ve en este campo. A nivel escolar, como ellas cuentan, incluye su opinión sobre qué papel juega el mundo científico-tecnológico en la vida de cada estudiante y qué papel cree que tiene cada estudiante en ese mundo. También han vinculado estas cuestiones con el género.

Dentro del ámbito STEM, las chicas aspiran con más frecuencia a profesiones del ámbito de la salud o de la biología y los chicos, a profesiones del mundo de las ciencias de la computación o de la ingeniería. Las investigaciones sobre las que se basan muestran que las aspiraciones se forman antes de los 10 años y que son muy estables en la etapa 10-19 años, donde solo una proporción pequeña del alumnado aspira a estas profesiones. Las aspiraciones también aparecen como fuertemente sesgadas a nivel socioeconómico.

Como concluyen las autoras, conscientes de la influencia de factores sociales como el género, el tipo de familia o el nivel socioeconómico, nuestra voluntad como docentes debe ser contribuir al desarrollo de una educación STEM más equitativa e inclusiva. Algunas ideas que proponen las doctoras para ello son:

- Escoger temáticas centradas en el cuidado de las personas y del planeta para trabajar las STEM en el aula o fuera de ella. También, dar valor a la dimensión afectiva en este ámbito.

- Facilitar experiencias de éxito en STEM y reforzar positivamente a nuestro alumnado.

- Mostrar una ciencia culturalmente diversa. Además, visibilizar la diversidad de personas que se dedican a las STEM.

- Fomentar una cultura de la participación en lugar de una cultura de la excelencia en el aula STEM.

¿Has probado estas u otras estrategias para invitar a participar de una ciencia, ingeniería y matemáticas más humanistas?

Por Marta Seror