El apéndice, ¿de verdad sirve para algo?
Publicado el 14 de Diciembre de 2023 | Biología y Geología

Todos conocemos a alguien a quien le han extirpado el apéndice por una apendicitis, ya que estas son bastante frecuentes. En países como Estados Unidos los varones tienen a lo largo de su vida un riesgo del 8´6% de padecer una apendicitis y las mujeres un 6´7%, siendo necesario en algunos casos extirpar el apéndice. Como tras la recuperación las personas sin apéndice pueden llevar una vida normal esto ha reforzado la creencia de que es un tejido que no sirve para nada, ¿pero es así?
En biología se suele hacer referencia a los órganos o tejidos vestigiales para hablar de aquellas estructuras que, aunque en la actualidad no tienen ninguna utilidad, proceden de tejidos que en el pasado tenía una función. Durante mucho tiempo se ha creído que el apéndice es un órgano vestigial que procedería de antepasados herbívoros, pero estudios evolutivos más precisos han visto que esto probablemente no es correcto. Durante la evolución de los mamíferos el apéndice ha desaparecido en varias ocasiones, pero son muchas más las veces que ha vuelto a aparecer y actualmente está presente en los primates, lagomorfos (como los conejos), algunos redores y marsupiales. Esto sugiere que el apéndice sí que tendría importancia en algunos seres vivos, y de allí que haya reaparecido y ahora se mantenga en ciertos animales.
Con los datos actuales está claro que el apéndice juega un papel en el sistema inmunitario, siendo en el caso de los humanos parte de los órganos o estructuras linfoides secundarias. Localizado al principio del intestino grueso, su papel inmunitario es relevante en la producción de anticuerpos importantes en las mucosas intestinales, el control inmunitario a nivel local y también se cree que quizás podría servir de punto de reserva de la población bacteriana local (la microbiota) para repoblar el intestino si se debilitara la microbiota por un problema de salud.
Entonces, si es importante, ¿por qué la gente sin apéndice puede hacer vida normal? Se cree que en parte el motivo podría ser el mismo que explica por qué la gente puede vivir con un solo riñón: la redundancia biológica. Es decir, que en nuestro cuerpo hay funciones que están repartidas entre varios sitios para que si uno de estos lugares falla, sigamos teniendo partes de repuesto que puedan compensar la pérdida de manera directa o indirecta.
Aplicación en el aula
Este texto es una buena oportunidad para repasar la anatomía humana a través de la premisa de sin qué partes del cuerpo puede una persona vivir con normalidad, por ejemplo… ¿qué pasa si perdemos un riñón?, ¿y el bazo? Esto, además, puede aprovecharse para hablar de los trasplantes y los desafíos médicos que estos presentan.
Por Pablo Barrecheguren
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