Cómo convertirse en un educador más reflexivo
Publicado el 4 de Marzo de 2020 | Conocimiento

Reflexionar sobre tu trabajo como docente es una buena práctica para identificar áreas en las que mejorar. Pero tales propósitos generalmente se deciden durante las vacaciones, y no tardan mucho en disiparse al regresar a la rutina del aula.
A la mayoría de los profesores les apasiona lo que hacen. Pero para evitar que con el paso de los años puedan comenzar a estancarse en sus estrategias de enseñanza, además de recoger pequeñas ideas brillantes que llevar al aula puntualmente, es recomendable convertirse en educadores más reflexivos. Proponemos 4 consejos a partir de la experiencia compartida por el profesor Jamie Thom en The Guardian:
Pregúntate cómo quieres mejorar
La enseñanza es una habilidad compleja que abarca muchas facetas y nunca se tiene la sensación de dominar por completo, lo que es una de las cosas más emocionantes de la profesión. De modo que reflexionar sobre cómo podemos ser mejores docentes ayudará incluso a eliminar el estrés al elegir un aspecto concreto en el que mejorar cada curso o cada trimestre nuestras estrategias de enseñanza.
Haz un seguimiento a tus progresos
Escribir un diario o bitácora personal o un blog público son algunas opciones. En definitiva, poner tus pensamientos en orden te podría ayudar a identificar las dificultades y cómo hacer frente a ellas. La experiencia de este profesor británico de tomarse 10 minutos para escribir al final de cada jornada escolar fue muy útil para comprender cómo marchaban sus interacciones con los alumnos.
Lee sobre docencia
Hay una gran variedad de libros educativos que te pueden ayudar a ver más claro lo que quieres cambiar. Un libro puede proporcionar una hoja de ruta para estimular la reflexión. Experimenta en tu clase lo que aprendes leyendo y valora el impacto. Motiva ver esas pequeñas mejoras diarias en tu forma de enseñar.
Busca a alguien que te ayude a mejorar
El coaching también puede ayudar. Si tu escuela no te proporciona fórmulas para seguir mejorando como docente, podrías acordar con un colega de profesión haceros un seguimiento. A veces necesitamos que otros nos guíen a través de preguntas y pruebas, y es también una motivación para mejorar como docente.
Por Manuel Caro
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