Aprende a estudiar con estos consejos respaldados por la ciencia
Publicado el 20 de Noviembre de 2018 | Conocimiento

No siempre estudiamos de la mejor manera. Cuando pensamos en "estudiar", probablemente vengan a vuestra mente ideas sobre tediosas e interminables horas sentados en el mismo lugar tratando casi desesperadamente de memorizar el material que tenemos delante. Y pese a que excepcionalmente os haya sido útil, la técnica del atracón nocturno con varias tazas de café de por medio tampoco funciona. Pero qué métodos de estudio son los verdaderamente eficaces. Recurrimos a una selección de consejos para estudiar respaldados por la ciencia.
Aprende impartiendo la lección a alguien
Aprende enseñando. En lugar de estudiar solo intentando retener una información, intenta estudiar con el objetivo de compartir ese aprendizaje con otra persona. Al enseñar a otra persona lo aprendido, también estás afianzando esa información en tu memoria. Pide a un familiar o a un amigo que te ayude en esta tarea y prepara unas explicaciones breves y prácticas para impartir una mini lección.
Tu cerebro también agradecerá algo de ejercicio
Los estudios han demostrado que el ejercicio físico, además de ayudar a mantenerte en forma, también ayuda a mejorar la memoria. Algo de cardio como dar un paseo de media hora 3-4 veces a la semana; montar en bicicleta en lugar de conducir o realizar breves descansos mientras estudias para caminar o hacer algunos saltos te ayudarán a mantener la mente alerta y a bombear sangre. Incluso el simple hecho de tomarse descansos rápidos durante el estudio también es importante, sin importar lo que hagas en ese descanso.
Alterna temas y materias
Estudiar un mismo tema o una misma materia durante un largo período de tiempo, además de aburrido, no es práctico. Los expertos recomiendan alternar el estudio de diferentes temas y materias durante su tiempo de estudio. Por ejemplo, cada 30 minutos toma un descanso y cambia de temática, lo que obligará a tu cerebro a mantenerse alerta, en lugar de ir perdiendo su capacidad de atención.
Organízate y tómate tu tiempo
Evita los atracones finales. Y en lugar de concentrar todo tu tiempo de estudio en una sesión larga, divídelo en varias sesiones más cortas durante un período de tiempo más prolongado. En definitiva, dedícate a estudiar poco a poco en las semanas previas a un examen en lugar de dejarlo todo para la noche anterior. Es difícil planificar el estudio mucho antes de un examen, pero es muy útil hacerlo.
No estudies siempre en el mismo lugar
Aunque es probable que tengas un sitio favorito donde sentarte en la biblioteca o incluso un lugar en casa destinado al estudio, la ciencia sugiere que cambiar de ubicación de estudio es una excelente manera de mejorar la retención. Al proporcionar al cerebro más ubicaciones con las que asociar el material, es más probable que retenga esa información cuando llegue el momento de la prueba.
Duerme bien
Las sesiones de estudio que duran toda la noche pueden parecer productivas, cuando en realidad están limitando tu capacidad para desempeñarte bien en el examen que te estás preparando. Además de que la falta de sueño tiene efectos perjudiciales en la retención y procesamiento de la información y en tu memoria, también puede llevarte días recuperarte completamente de una noche sin dormir.
Da un descanso a las pantallas
La tecnología está para facilitarnos la vida y es cierto que tomar notas en nuestro ordenador y cualquier otro dispositivo puede ayudarnos a tenerlo todo organizado. Pero el ejercicio de apagar nuestro portátil, tableta y smartphone y, alguna vez, revisar nuestras notas escritas a mano puede ahorrarnos la tensión y el cansancio visual que nos causa estar frente a una pantalla.
Pruébate antes del examen
Además de dedicar tiempo a estudiar y repasar tus apuntes y libros de texto, resulta muy efectivo probarte a ti mismo antes del examen. Al enfrentarte a un test previo a la prueba real, puedes comprobar en qué áreas tienes más problemas para reforzar tu trabajo en ellas.
Por Manuel Caro
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