Vocabulario básico del nuevo emprendedor
Publicado el 5 de Junio de 2019 | Economía

Como todos sabemos, crear una empresa no es fácil. Debemos tener un buen producto, encontrar financiación, realizar trámites burocráticos, hacer un proyecto empresarial creíble etc. La revolución de las nuevas tecnologías ha traído también un nuevo vocabulario en forma de múltiples anglicismos que hemos asimilado con mucha facilidad; veamos algunos de ellos:
Lo más importante a la hora de crear una empresa es tener una buena idea; quizá podemos plantear un “brainstorming” (tormenta de ideas”) para encontrar la fórmula de negocio original que buscamos. Actualmente las empresas más exitosas son las denominadas “startup”, (empresas de rápido crecimiento cuyo modelo de negocio se basa en el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación).
Una vez que tenemos la idea, deberíamos plantear nuestro “fundraising” (actividades destinadas a captar recursos financieros) para iniciar nuestro proyecto, y establecer un plan de “networking” (planificar la búsqueda de contactos que nos lleven a las personas adecuadas que ayuden en nuestro negocio).
Algunos emprendedores buscan a los “business angels” (inversores que apuestan por empresas de nueva creación, alto riesgo y mucho potencial para entrar en ellas como socios) que aporten el “seed capital” (capital inicial que sirve para arrancar negocio). Otros se lanzan a buscar financiación a través de campañas de “crowdfunding” (micro mecenazgo colectivo) en webs especializadas, o alternativas a los bancos a través de los “crowdlending” (pequeños inversores particulares que ofrecen financiación a cambio de un interés).
Para intentar convencer a los posibles inversores es muy importante hacer una buena presentación del proyecto. Nunca se sabe dónde podemos encontrar al inversor así que deberíamos practicar el “elevator pitch” (técnica que simula la presentación rápida ante un inversor que nos pudiéramos encontrar en un ascensor mientras este nos lleva a nuestro destino) y el “storytelling” (técnica de presentación a través de un relato o historia que conecta emocionalmente con el inversor)
Si el negocio va bien, puede que en un futuro necesitemos a un “venture capital” (inversor profesional que busca el aumento rápido del valor de la compañía para encontrar compradores o nuevos inversores).
Una vez que tenemos clara la financiación, deberemos buscas una buena ubicación. Quizá al principio debamos trabajar en forma de “coworking” (forma de trabajo en el que distintos emprendedores trabajan conjuntamente compartiendo un mismo espacio) y buscar algún “hub” (espacios destinados al trabajo en forma de “coworking”).
Pero no solo es importante la financiación y la localización de la empresa; también lo son otros aspectos. Debemos acertar con el “branding” (nombres, logos, marcas de la empresa y de los productos que vendemos) y sobre todo con el “target” (segmento de mercado o cliente objetivo del negocio) a través de un buen estudio de mercado. También deberemos ver qué actividades de la empresa podemos dejar de gestionar nosotros mismos y encargárselas a otros (“outsourcing”)
Y si al final tenemos suerte.. quizá nuestra empresa consiga llegar a ser un “little pony” (empresa que gana más de 10 millones de dólares anuales).
Por José Ángel Navarro Martínez
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