Tres incisiones para mejorar la neuropatía diabética
Publicado el 24 de Septiembre de 2018 | Sanidad

La diabetes esa gran conocida y desconocida a la vez por aquellos que no la padecen y creen que solo es cosa de grandes golosos, lleva numerosas afectaciones asociadas que disminuyen la calidad de vida si no se previenen o se tratan adecuadamente. Una de ellas es la neuropatía diabética.
Las neuropatías diabéticas son un conjunto de trastornos nerviosos que las personas con diabetes pueden desarrollar en todo el cuerpo presentando síntomas como dolor, adormecimiento de miembros, desgaste muscular de pies y manos, náuseas o vómitos, diarrea o estreñimiento, mareo, problemas de micción, disfunción eréctil en los hombres, debilidad, etc.
El riesgo de desarrollar una neuropatía aumenta con la edad y en personas que sufren diabetes por más de 20 años.
No hay una única causa de neuropatía diabética, sino una combinación de factores tales como descontrol de azúcar en sangre, sobrepeso, niveles elevados de colesterol y tensión arterial. Factores neurovasculares que dañan los vasos sanguíneos y autoinmunitarios que inflaman los nervios. El estilo de vida poco saludable como fumar o tomar alcohol también son causas importantes de su aparición.
Existen diferentes tipos de neuropatías como la autónoma, que afecta a los nervios relacionados con la función digestiva, vesical, corazón y pulmón. Neuropatía proximal, que produce debilidad en piernas, pues afecta sobre todo a los muslos, caderas y glúteos. Neuropatía focal donde cualquier nervio puede estar afectado y la Neuropatía periférica que es la más común y produce dolor y hormigueo en dedos, pies, piernas, manos y brazos./p>
Como siempre lo mejor es prevenir y controlar los niveles de glucosa para que estén lo más estables posibles y así evitar el daño y pérdida de mielina (que recubre las fibras nerviosas) que se ve afectada por el acúmulo de sustancias procedentes del metabolismo de la glucosa, cuando está en cantidades superiores a las normales.
Su tratamiento pasa por una combinación importante de analgésicos e incluso de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. (TENS).
Actualmente puede ser tratada gracias a una novedosa intervención, que no dura más de una hora, que no precisa hospitalización y que de forma general no necesita anestesia general. Consiste en liberar los ligamentos que comprometen los nervios a nivel de tres puntos concretos, uno en la pierna, otro a nivel de tobillo y el último cerca de la rodilla.
Los resultados en los pacientes que se han sometido a esta técnica han sido bastante satisfactorios hasta el punto de dejar los calmantes y recuperar la sensibilidad.
En el postoperatorio hay que tener una serie de consideraciones como el reposo, en la primera semana tras la intervención. La elevación de la pierna y el uso de calmantes para el dolor que se irán disminuyendo a medida que el dolor desaparezca y el paciente empiece progresivamente a apoyar el pie.
Todo lo que suponga una mejora de la calidad de vida de los pacientes será bienvenido. ¡A seguir investigando!
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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