Tenemos Nobel
Publicado el 26 de Octubre de 2021 | Economía

Uno de los premios más reconocidos a nivel internacional son los Nobel, otorgados desde 1901 en honor a Alfred Nobel. En su origen Alfred Nobel y su fundación dieron galardones en las categorías de Literatura, Física, Química, Paz y Medicina. En 1968 la Real Academia de Suecia decidió otorgar también el “Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel”. El hecho de que sea un premio que no apareciese en el testamento de Alfred Nobel y su creación posterior hace que algunos lo devalúen denominándolo como el “falso Nobel” que, por otra parte cierra cada año el ciclo de premios Nobel concedidos.
Desde 1968 hasta la actualidad, se han otorgado un total de 53 galardones a 90 personas diferentes. Aunque siempre hay quinielas sobre quién o quiénes serán los galardonados en cada categoría, lo cierto es que el Nobel de Economía es uno de los más difíciles a la hora de prever. Se calcula que cada año existen cientos de candidatos con posibilidades, pero su elección depende muchas veces de la situación político económica del momento.
En la edición de 2021 han sido premiados tres economistas: David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens. El jurado concede el premio a Card por sus “….contribuciones empíricas en el campo de la economía del trabajo…” mientras que a Angrist y Imbens se les premia por sus “…contribuciones metodológicas en el análisis de las relaciones causales…”.
La mitad del premio (algo más de 1 millón de dólares) se la lleva David Card por analizar los efectos del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral. Card demostró, observando los salarios del sector de los restaurantes de comida rápida de varias ciudades con altas tasas de inmigración, que aumentar el salario mínimo por encima de los que marca el mercado no conduce necesariamente a la destrucción de puestos de trabajo como sostienen otros economistas. También estudió el impacto en el éxito futuro de los estudiantes y el mercado laboral mediante la observación de la inversión en educación de los distintos estados dentro de EEUU y el nivel educativo alcanzado por personas que vivían en la misma ciudad pero procedían de diferentes estados.
La otra mitad del premio se lo repartirán el estadounidense Joshua Angrist y el neerlandés-estadounidense Guido Imbens ". Lo interesante de Angrist e Imbens es que sus estudios demuestran cómo se pueden extraer conclusiones precisas sobre causa y efecto a partir de experimentos naturales, o situaciones que surgen de la vida real. Así han comprobado como la presunción de que el mayor nivel educativo conllevará un mejor salario en el futuro, no siempre se cumple, ya que hay otros factores como la ambición personal o la adaptación al puesto de trabajo que pueden ser tanto o más determinantes que su formación.
Aunque algunas conclusiones de los estudios de los premiados puedan ser discutibles, los tres premiados han demostrado que es posible responder a muchas cuestiones de nuestra vida cotidiana usando “experimentos naturales” basados en la causa efecto, dada la imposibilidad en economía de hacer experimentos en un laboratorio como lo hace la física o la química por poner un ejemplo.
Por José Ángel Navarro Martínez
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