Se adminten turutas
Publicado el 18 de Julio de 2018 | Economía

Puede que si pasamos por Vilanova i la Geltrú nos encontremos un cartel similar a la entrada de una tienda. Si vamos a Santa Coloma de Gramanet quizá podamos pagar en “Gramas”, con “jaramas” en Rivas y si nos vamos más al sur, con “zoquitos” en Jerez. Todas ellas son monedas locales de tipo social que han surgido como método de pago alternativo en algunos municipios españoles. En España existen entre 40-50 monedas similares y en todo el mundo unas 4000.
Se trata de monedas que no son de curso legal y que se ponen en circulación de modo paralelo a la oficial, siendo aceptadas como medio de cambio. En algunos lugares son impulsadas por los ayuntamientos y en otros vienen de la mano de colectivos ciudadanos. Aunque algunas existen de manera física real, la mayoría funcionan de manera virtual mediante anotaciones, medios electrónicos y aplicaciones móviles.
Las “turutas” son usadas por unas 400 personas de Vilanova i la Geltrú para comprar en 35 tiendas y mercados de la entidad promotora. Todos los usuarios son socios de la entidad y consiguen la moneda destinando tiempo a trabajar en huertos urbanos, cambiándola por servicios o conocimientos o participando en proyectos sociales. También es posible cambiar euros por turutas en la oficina de cambio local. En Sevilla se usa “el “puma”, moneda nacida en el barrio de El Pumarejo. Cuenta con 450 usuarios que ofrecen y consultan por internet los servicios donde pueden usar la moneda además de poder acudir a mercadillos específicos.
Pero de todas ellas quizá la más ambiciosa sea el “grama” de Santa Coloma. Nació en 2017 y en su fase inicial se han puesto en circulación 300.000 euros en esta moneda local. Uno de los objetivos del “grama” es el de servir de canalización del gasto público. Está previsto el pago de subvenciones a entidades públicas e incluso el cobro de parte de las nóminas de funcionarios de modo voluntario en la nueva moneda. La moneda local equivale al euro y también se puede canjear por euros de nuevo, aunque con penalización si se hace antes de 45 días. En el futuro se quiere aumentar el número de establecimientos colaboradores y aumentar los incentivos en su uso.
A nivel europeo, quizá sea el caso de Bristol en el Reino Unido, el más exitoso, sirviendo de inspiración para otras monedas locales. La “Bristol Pound” entró en circulación en 2012 a través de billetes de 1,5,10 y 20 y pagos electrónicos. Desde su nacimiento más de 800 negocios se han unido, circulando ya más de 700.000 libras esterlinas basadas en la nueva moneda.
En cuanto a grandes ciudades, Paris es la primera capital europea con moneda social. Se llama “pêche” y se usa en una decena de barrios desde hace unos meses. El “tipo de cambio” es de 100 € por 103 pêches para animar en su uso. En Barcelona desde mayo de este año se puede usar el “rec” en algunos barrios con una circulación inicial equivalente a 1,5 millones de euros
¿Por qué se crean todas estas monedas? El objetivo de todas ellas es el animar a la economía del territorio, crear empleo local y fijar el comercio de proximidad; también se busca la cooperación y el aumento de los lazos sociales. Es llamativo que mientras unos apuestan por la globalización y lo virtual en las compras y pagos, otros hacen el camino de vuelta al comercio de barrio tradicional e incluso al papel impreso.
Por José Ángel Navarro Martínez
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