¿Qué son los bancos éticos?
Publicado el 21 de Octubre de 2020 | Economía

En economía se suele hablar de la ética de los negocios y de la responsabilidad social de las empresas, pero.. ¿qué hay de los bancos? ¿es necesario un comportamiento ético de estos?
En los años 60 del siglo pasado comenzaron a surgir iniciativas por todo el mundo autodenominadas de “banca ética”. Surgieron como alternativa a la banca tradicional, buscando dar un nuevo enfoque a las prácticas y los servicios que prestan las entidades financieras. Su irrupción en el mercado responde a la cada vez mayor conciencia de ahorradores e inversores que abogan por un sistema financiero responsable y transparente que pueda responder a las necesidades de desarrollo humano y social.
¿Cuál es la diferencia entre un banco tradicional y un banco ético?
En primer lugar, los bancos éticos tienen como misión principal la contribución al desarrollo de la sociedad y la protección del medio ambiente. Un banco ético tiene también productos y servicios de algún modo similares a los de la banca tradicional, pero se diferencian en que son productos financieros sostenibles. Otra diferencia está en su política de inversiones en la cual se busca un uso responsable y ético del dinero. Se invierte en proyectos transparentes, responsables, éticos o solidarios que contribuyen al desarrollo de las sociedades de modo sostenible.
En segundo lugar, los bancos éticos siguen una serie de principios básicos que no sigue del mismo modo la banca tradicional:
a) Trasparencia en las operaciones. Los ahorradores tienen derecho a conocer cual es el destino de su dinero ahorrado.
b) Utilidad social. Los proyectos de inversión priorizan proyectos con un alto impacto social ambiental o cultural, facilitando en muchas ocasiones el crédito a colectivos excluidos en la banca tradicional
c) La rentabilidad no es su objetivo principal, aunque no se apoyan proyectos inviables que pongan el riesgo su capital
d) Inversiones de economía real. Los proyectos financiados deben generar directamente bienes o servicios que tengan un impacto positivo en materia social o medioambiental. No se invierte en actividades especulativas, sino que se centran en actividades que trasforman las sociedades y el planeta. Esta especial filosofía también excluye la concesión de créditos para el consumo personal.
e) Se promueve la participación en sus decisiones. En muchas ocasiones la banca ética funciona en régimen de cooperativa con participación democrática de sus socios.
En resumen, los bancos éticos buscan situar a las personas en el centro de su actividad, teniendo en cuenta también el impacto que el ser humano tiene en el medio ambiente. Entre los productos que ofrece la banca ética destacan las libretas de ahorro para financiar proyectos sociales, las tarjetas de crédito solidarias para donaciones, los fondos de inversión solidarios y los microcréditos para financiar proyectos generadores de renta.
Durante la pandemia que aún estamos sufriendo, la actividad crediticia de este tipo de entidades se ha incrementado considerablemente. El parón de la actividad económica y por tanto de los ingresos ha supuesto una oportunidad que la banca ética ha aprovechado para aumentar su número de operaciones y ganar terreno frente a la banca tradicional.
Por José Ángel Navarro Martínez
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