Pensamiento crítico en la enseñanza de la física
Publicado el 22 de Enero de 2019 | Física y Química

A menudo escuchamos que uno de los principales objetivos de la educación es formar personas críticas y autónomas, pero ¿cómo hacerlo? El aprendizaje de las ciencias es un ámbito generador de este pensamiento crítico y reflexivo que puede ser útil para la autonomía y el autoestima. ¿Cómo contribuir a ese fin desde la enseñanza de la física? ¿Cómo hacer del ejercicio escolar un ámbito de crecimiento personal?
Es corriente que el/la estudiante no vea sentido en el estudio de un conjunto de teorías y fórmulas inventadas hace mucho tiempo. Con frecuencia proclaman que no son de uso común, que sirven únicamente al personal científico y que ellos mismos no tendrán que manejar matemáticas o ciencias exactas en su día a día. El pensamiento humano tiene la posibilidad de reconstruirse para configurar respuestas distintas gracias a la capacidad de reflexión y de creación. Cambiar de sistema de referencia, deducir, inducir, buscar soluciones lógicas a una cuestión propuesta hace del estudio de la física una práctica mental sana. ¡Quizá haga falta comprender el funcionamiento físico del cerebro para superar también el obstáculo de la falta de sentido que los jóvenes hallan a las ciencias!
Trabajar en el campo de la física exige afinar nuestros sentidos: atreverse a buscar respuestas, a construir y a reconstruir la ciencia. Conlleva el sumergirse en formas distintas de pensamiento y análisis, adquirir la capacidad de situarse en sistemas de referencia diferentes para ver el mundo desde nuevos puntos de vista. Aunque el alumnado no se vea en un futuro dedicándose a la ciencia, puede ayudar el que los temas tratados en clase respondan a algún tipo de inquietud o expectativa generada en el aula. Además, el interés por verificar si los principios físicos que se usan funcionan y la perseverancia para conseguir un resultado sin fallos, da lugar a una gran satisfacción. Llegar a la solución de un problema, un ejercicio terminado y la facultad de explicarlo provoca el impulso de su autoestima.
Conseguir actitudes y pensamientos que aporten a las distintas maneras de ver el mundo del alumnado no es tarea fácil, pero en esta y otras ciencias se halla la herramienta necesaria para la formación de la capacidad crítica. En ellas está la posibilidad de producir aportes importantes en el pensamiento de los estudiantes, en los efectos de sus actos, hasta en el mismo análisis del impacto de los desarrollos científicos en la cultura humana… todo ello se aplica no solo a la construcción de conocimiento científico sino también a la edificación de las formas de vida de las personas.
Por Marta Seror
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