Mitos y verdades sobre las estelas de los aviones
Publicado el 5 de Diciembre de 2024 | Física y Química

¿Alguna vez has notado cómo tu aliento se transforma en una pequeña nube en un día frío? Algo similar ocurre con los tubos de escape de los coches, especialmente en invierno, cuando el vapor de agua producido por la combustión se enfría rápidamente al salir al aire frío, formando una nube visible.
Este fenómeno es comparable a las líneas blancas que dejan los aviones a su paso, dibujando su trayectoria. Estas marcas, conocidas como estelas de condensación, son un fenómeno perfectamente natural, aunque a menudo rodeado de mitos.
Algunas personas creen que estas estelas contienen sustancias químicas dañinas. Sin embargo, la ciencia ofrece una explicación clara y sencilla: son simplemente gotitas de agua congelada formadas por los gases de escape de los motores de los aviones.
Las estelas de condensación se forman cuando los motores de los aviones queman combustible, liberando vapor de agua como subproducto de la combustión. Cuando este vapor caliente entra en contacto con el aire de la atmósfera, a unos 40 grados bajo cero a la altura a la que vuelan los aviones, se condensa rápidamente en pequeñas gotas de agua que se congelan casi de inmediato, formando cristales de hielo.
La duración y forma de estas estelas dependen de factores como la humedad y la temperatura del aire en las capas altas de la atmósfera. Si la atmósfera es muy húmeda, las estelas pueden permanecer visibles durante largos períodos. Por el contrario, en condiciones más secas, las estelas se disipan rápidamente, volviéndose invisibles rápidamente.
Aplicación en el aula
El principio detrás de las estelas de condensación puede demostrarse con un experimento visualmente llamativo: crear una nube en una botella con ayuda de una bomba de bicicleta, un tapón de corcho y alcohol isopropílico.
En primer, elige una boquilla pequeña de la bomba de bicicleta y perfora el corcho para que esta boquilla lo atraviese longitudinalmente sin fugas.
A continuación, introduce unas gotas de alcohol isopropílico dentro de la botella de plástico, asegurándote de que cubran las paredes internas al agitarla suavemente. Después, acopla el tapón de corcho con la boquilla y esta a la bomba de bicicleta.
Aumenta la presión de la botella bombeando varias veces con la bomba y retira rápidamente el tapón de corcho. Esto hará que la presión dentro de la botella disminuya rápidamente. Este cambio brusco de previsón provocará que el alcohol se enfríe y se condense en pequeñas gotas visibles. Tendrás entonces una nube blanca atrapada dentro de la botella.
Para completar esta actividad puedes pedirle a tu alumnado que observe el cielo durante varios días y registre cuándo y cómo ven estelas, para luego en clase discutir qué factores podrían estar afectando a su visibilidad.
Por Lucía García
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