Lo que nos faltaba… ahora llega la Cheapflation
Publicado el 25 de Octubre de 2022 | Economía

Estanflacion, reduflación y ahora …cheapflation; cuesta no perderse ante tantos términos ahora de moda por la espiral de precios que sufrimos. En pasados artículos ya hablamos de los dos primeros vamos a ver hoy qué es eso de la… cheapflation. El nuevo término surge de la unión de las palabras en inglés “cheap” (barato) e inflation (inflación) y hace referencia a la sustitución de productos y materias primas por otros más baratos.
Todos estamos sufriendo el descontrolado aumento de precios. La alta inflación de España y de la mayoría de los países de nuestro entorno encarece enormemente nuestra cesta de la compra, por lo que tanto consumidores como productores utilizan distintas estrategias para esquivarla de algún modo.
Por un lado, los consumidores que buscan ahora constantemente las ofertas y comparan más que antes los precios entre los distintos centros comerciales. También se observan cambios en los hábitos de consumo reduciendo las compras de algunos productos e incluso dejando de hacerlo directamente en favor de otros más asequibles.
Por otro, las empresas que, ante la alta sensibilidad de la demanda a los cambios en los precios, han comenzado a practicar la llamada “reduflacion” (consistente en reducir el tamaño de los envases para poder mantener el precio y del que ya hablamos en otro artículo) y ahora también la cheapflation. Con esta nueva “técnica” los productores sustituyen algunas materias primas utilizadas en el proceso de fabricación por otras más baratas y de peor calidad con el objetivo de intentar mantener los precios o al menos subirlos de modo moderado para poder mantener las ventas.
Estos cambios de composición deben figurar en el etiquetado y han obligado en algunos casos a tener que cambiar el nombre del producto pasando por ejemplo de helados a… “postres congelados” o producto “X” de chocolate a producto “X” con…. “sabor a chocolate”. También comienza a ser muy frecuente incluir más materias de relleno (aditivos, gelatinas, almidones etc) en la elaboración de algunos productos para reducir el % de la materia prima principal.
¿Qué podemos hacer los consumidores ante estas prácticas? básicamente… leer bien la etiqueta de lo que compramos. Tanto “reduflacion” como “cheapflation” son prácticas legales pero el consumidor debe recibir información precisa de lo que compra. En el caso de la reduflacion bastaría con fijarse en el peso del producto o mejor en el precio del kg de producto para poder comprar más fácilmente. En el caso de la cheapflation la información alimentaria sobre composición debería ser clara y fácil de comprender. En algunos casos la normativa europea ha obligado a cambiar la denominación del producto apareciendo nuevas categorías o “sucedáneos” del producto tradicional.
Lo cierto es que ante un contexto económico como el actual con una elevada inflación que parece permanecerá con nosotros algún tiempo, las empresas han agudizado el ingenio y se han visto obligadas a gestionar de modo más eficiente los procesos de fabricación y a innovar para lanzar gamas más amplias de alimentos dentro de las posibilidades que permite la legislación vigente.
Aplicación en el aula
¿Puedes poner algún ejemplo concreto de producto que conozcas basado en esta técnica?
¿Ha cambiado tu familia vuestros hábitos de consumo por la subida de precios?
¿Piensas que es “ético” que las empresas utilicen estas prácticas”?
¿Has oído hablar del “consumo responsable”? ¿Crees que la subida de precios es una oportunidad para que todos lo practiquemos?
Por José Ángel Navarro Martínez
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