La formación de grupos en el aula
Publicado el 11 de Noviembre de 2019 | Conocimiento

El trabajo en grupo es un método bien conocido por docentes y, aún así, algo a priori tan sencillo como agrupar estudiantes para que trabajen juntos en una tarea puede realizarse de varias maneras para optimizar el desarrollo de una actividad. Con los llamados "grupos cooperativos" se distribuye verdaderamente de una forma efectiva al alumnado a la hora de afrontar actividades.
Enseñar a los estudiantes a trabajar en grupo será de vital importancia para su aprendizaje, por lo que es esencial que el cambio que supondrá este tipo de agrupamiento sea pautado y progresivo. Hay diferentes maneras de dividir al alumnado en grupos. La más habitual y efectiva, la que consigue una mayor integración en las tareas, son los equipos base, que caracterizan por lo siguiente:
- Grupos de 4 alumnos/as. En este tipo de organización se recomienda no pasar de los 5 estudiantes para así conseguir que todos los miembros del grupo tengan opción de ser partícipes.
- Selección permanente. Es preferible que los grupos de base se mantengan durante al menos una evaluación y, si funcionan, incluso el curso entero.
- Heterogéneo. El grupo debe constituir por sí mismo una representación de toda la clase, por lo que debería haber un alumno que coopere, otro que tenga ciertas dificultades de aprendizaje y otros dos con un nivel acorde con su edad.
¿Cómo distribuir a los estudiantes? La forma aconsejada es mediante la formación de tres columnas. En una columna del extremo de la clase un cuarto de los estudiantes se dispone por cualidades como destreza, motivación, liderazgo o colaboración. En el otro extremo, con otro cuarto de la clase, se forma otra columna en la que figuren los estudiantes que tengan ciertas dificultades o simplemente un bajo rendimiento escolar. En la columna central se coloca la mitad restante de los alumnos.
Una vez formadas las columnas procederemos a crear equipos de base: se elige a un alumno de cada extremo y a dos de la columna central. También es aconsejable que dentro del grupo haya equilibrio respecto a género, etnia, religión, etc.
El aprendizaje cooperativo persigue que el conocimiento fluya y que los alumnos aprendan de sus propios compañeros, siendo al mismo tiempo un modelo pedagógico que fomenta la inclusión haciendo a todo el mundo partícipe de la tarea a realizar.
Por Marta Seror
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