La curva de Laffer
Publicado el 12 de Marzo de 2019 | Economía

En unas semanas entraremos de lleno en campaña electoral. Seguramente nuestros políticos nos hagan algunas propuestas más o menos llamativas o novedosas, pero quizá otras muchas sonarán a ya oídas en el pasado. Suele ser un tema recurrente de todas las campañas que algunos propongan bajadas de impuestos a pesar de los problemas de déficit público que tenemos; ¿no es una contradicción?
Para algunos no hay tal contradicción. La idea procede del economista Arthur Laffer, conocido por su famosa “curva de Laffer”. Su teoría estrella fue planteada en una simple servilleta de un restaurante allá por 1974 a los asesores del presidente americano Gerald Ford. La idea básica era la de bajar los impuestos para conseguir como resultado final el aumento de la recaudación fiscal.
En la servilleta, Laffer dibujó unos ejes de coordenadas. En uno de ellos puso la presión fiscal que iba subiendo desde el 0% al 100% y en el otro los ingresos fiscales. El dibujo se asemejaba a una campana dividida en dos partes. En el tramo ascendente existirían bajos niveles de impuestos que permitirían aumentar la recaudación al subirlos. Sin embargo, a partir de cierto nivel de recaudación máxima, al seguir aumentando los impuestos los ingresos fiscales comenzarían a caer. Encontrar ese punto de equilibrio que consiga la máxima recaudación con el nivel adecuado de presión fiscal es complicado y varía de un país a otro.
Mediante la “curva de Laffer” se intentaba demostrar que quizá aumentar los impuestos a los ciudadanos fuese contraproducente para aumentar los ingresos fiscales si estábamos en el tramo decreciente de la campana. Si los impuestos son altos la actividad económica se contrae y la recaudación fiscal baja. Para Laffer lo que habría que hacer sería justo lo contrario, bajar los impuestos para incentivar la actividad económica, lo que llevaría a recaudar más a las arcas públicas. Es algo así como si un comerciante que no vende decidiese subir los precios para aumentar su recaudación; quizá debiera hacer lo contrario.
La teoría está muy bien, pero… ¿estaba Laffer en lo cierto? ¿qué ha pasado cuando se ha puesto en práctica? La idea se ha aplicado en algunos países con resultados distintos. En Estados Unidos los gobiernos de Ronald Reagan y de George Bush la ensayaron con rotundos fracasos y ahora el gobierno de Trump parece que va por el mismo camino. En Suecia e Irlanda parece que sí se aplicó con cierto éxito.
A pesar de estos fracasos y la poca contrastación empírica, los economistas de la corriente liberal se empeñan en ponerla sobre la mesa periódicamente. ¿Por qué tiene tanto predicamento entre algunos economistas? Las malas lenguas dicen que su popularidad se debe a que los economistas pueden explicar la idea a los políticos en 6 minutos para que después estos puedan hablar de ella durante seis meses.
Por cierto… la famosa servilleta de Laffer no es una servilleta cualquiera. Es de tela blanca y ..a pesar de sus dudosos resultados ya tiene su sitio en la historia económica; está exhibida actualmente en el Museo Nacional de Historia Estadounidense en Washington.
Por José Ángel Navarro Martínez
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