La cuesta de enero
Publicado el 12 de Febrero de 2020 | Economía

Un tema recurrente en los medios de comunicación cuando llega enero es el hablar de la famosa “cuesta de enero”. Aunque a muchas familias puede que no les afecte, otras que quizá no hayan sabido planificarse bien sentirán sus efectos incluso más allá de enero
Lo que está claro es que después de la vorágine consumista de las navidades a todos nos llega el momento de apretarnos el cinturón para no notar la famosa cuesta. Pero… ¿por qué nos pasa esto? . Es verdad que muchos de nosotros cobramos una paga extra en navidad lo que hace que nuestros ingresos aumenten hasta el doble, pero también es cierto que esa sensación de “riqueza” hace que consumamos más.
Finalizadas las fiestas navideñas llega enero y nos damos cuenta de que algunas cosas que forman parte de nuestra cesta de la compra suben. Las listas de precios de los restaurantes, los billetes de trasporte, la gasolina o los suministros energéticos suelen actualizar sus tarifas también a comienzo de año. Además de estos aumentos, muchas familias deberán seguramente hacer frente a una parte de los excesos de gasto de diciembre.
Los más previsores habrán ahorrado antes de que lleguen los problemas pero para los que no lo han sido, no quedará otra que pararse un momento y “echar cuentas”. Para que la cuesta pase rápido y no se “expanda” a los meses siguientes, se suelen dar una serie de consejos:
• Buscar las ofertas que suelen producirse en estas fechas (rebajas, promociones, etc) . Es un buen consejo pero también peligroso ya que mucha gente se “lanza” a las ofertas y no piensa antes si realmente necesita aquello que compra.
• Intentar reducir los gastos variables; consumo de móvil, suministros del hogar, comidas fuera de casa….seguro que podemos reducirlos
• Acudir a los supermercado siempre con una lista de la compra y, claro está, ceñirse a ella. Cuando se acude sin lista siempre se compra más de lo previsto.
• Intentar aplazar las compras no prioritarias a los meses siguientes. Seguro que hay cosas que pueden esperar un poco más..
• Es el momento de las dietas; sustituir algunos tipos de carnes y pescados menos saludables y más caros por otros más sanos y baratos acompañados de frutas y verduras.
• Revisar nuestros contratos de suministro (móvil, gas, electricidad…) son cosas que en ocasiones dan “pereza” hacer pero si comparamos tarifas entre las distintas compañías seguro que conseguimos ahorrar para el resto del año con el cambio.
• Intentar hacer presupuestos mensuales que incluyan al ahorro dentro de las partidas de gasto; de este modo nos estaremos “obligando” a ahorrar mes a mes.
• Aprovechar las nuevas tecnologías. Comparar por internet en distintos comercios los precios de aquello que necesites y usar herramientas que facilitan el ahorro a través de distintas aplicaciones gratuitas que podemos descargar o incluso de tu propio banco.
Seguro que con estos consejos el año que viene la cuesta de enero se trasforma en una pequeña “rampa” fácil de subir.
Por José Ángel Navarro Martínez
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