Knolling aplicado al ámbito educativo
Publicado el 14 de Marzo de 2023 | Conocimiento

Una imagen vale más que mil palabras, ¿verdad? Y las fotografías o dibujos pueden ayudar mucho en nuestras asignaturas a afianzar conceptos, a memorizar o a conectar aprendizajes. ¿Has oído hablar del knolling? Quizás ese término no te sugiera nada a priori pero seguro que has visto ejemplos de esta tendencia en alguna red social. En este post vamos a descubrir qué ventajas nos puede proporcionar esta forma de diseñar “bodegones desde arriba” tan de moda a la hora de preparar una sesión en clase.
¿Qué es el knolling?
Es un estilo fotográfico que consiste en capturar un conjunto de objetos desde un ángulo cenital de modo que todos los elementos se vean de un solo vistazo. La clave está en crear una composición de objetos colocados de forma cuidadosa y ordenada que resulte atractiva. Pueden ser utensilios, prendas de vestir o piezas desmontadas de un aparato, lo importante es que todo lo que aparezca en la imagen tenga un mismo hilo conductor o un nexo común. El origen de este tipo de fotografías está en el estudio de un conocido arquitecto en los años 80. Según se cuenta, uno de sus empleados comenzó a ordenar sobre una mesa una serie de piezas de sillas con las que trabajaban de la marca Knoll.
¿Cómo llevarlo a cabo?
Las posibilidades para practicar el knolling son enormes y pueden idearse muchas actividades relacionadas con una gran parte de las asignaturas. En clase de lengua y literatura, en historia, en tecnología, en ciencias o incluso en distintos idiomas, este método tan versátil se puede utilizar de las maneras más variadas: tanto para presentar los elementos necesarios para un experimento de laboratorio como para realizar un resumen de un tema. Lo único que se necesita es una cámara, una superficie lisa lo suficientemente amplia y bien iluminada e imaginación.
No se necesita nada especial. No hace falta una cámara profesional, ni un foco, ni un trípode... simplemente hay que organizar sobre una superficie plana los objetos creando formas geométricas o de manera simétrica. Es fundamental que todo esté ordenado para que, a la hora de tomar la foto, se muestren todos los componentes. Así que ponte cerca de una ventana con buena luz natural, estira bien los brazos hacia arriba y ¡a probar! Eso sí, ¡cuidado con nuestra sombra!
Aplicación en el aula
Da rienda suelta a la creatividad en clase. El knolling puede incluirse en una actividad enfocada a ensayar exposiciones orales en clase, como en este instituto de León, o puedes probar el knolling literario, como en este instituto de Córdoba. Esta última idea consiste en mostrar un libro acompañado de los elementos que definen la historia. Para este tipo de knolling se debe conocer bien la historia y encontrar las piezas que resuman de un vistazo de qué trata el libro. La técnica se basa en incluir solamente los elementos necesarios y desechar lo menos relevante, con lo cual puede trabajarse también la capacidad de síntesis en clase.
En el proceso de realizar una composición se puede empezar con algunos de los objetos preferidos del alumnado o con disponer por separado aquello que usan a diario en el aula y fotografiarlo en un mosaico sobre la mesa. Es importante animar a que presten especial atención a la colocación y que tengan cuidado con los ángulos, priorizando los objetos en paralelo y ángulos rectos.
El orden y la simetría tendrán un papel fundamental en el resultado. También se puede trabajar con la forma, el tamaño y los colores de los elementos como recurso. Las imágenes que se obtendrán serán visualmente muy impactantes siempre y cuando los objetos estén separados por la misma distancia.
Por Marta Seror
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