Epigenética: no solo heredas los genes
Publicado el 20 de Abril de 2021 | Biología y Geología

Podemos entender la importancia de la epigenética hablando de las criptomonedas. Son bastante frecuentes las noticias de gente que compró hace años bitcoins, las guardó en cuentas y monederos virtuales super seguros, pero, ahora que esos bitcoins valen muchísimo dinero, tienen un problema: no recuerdan la contraseña que les permite acceder a la cuenta. Y es que poder hacer algo con el dinero depende tanto de tener el dinero como de tener acceso al dinero. E incluso cuando podemos usar el dinero, es posible que haya restricciones que limiten la cantidad que podemos sacar al día, mes, etc.
Pues con tus genes ocurre un poco lo mismo: la epigenética engloba todos aquellos cambios que, sin alterar directamente los genes, modulan su expresión. Es decir, afectan a su actividad pudiendo activarlos o inactivarlos sin cambiarlos. Así pues, es posible que tengamos genes funcionales pero que estén, al igual que una cuenta de la cual hemos perdido la contraseña, completamente inactivos. Los cambios epigenéticos tienen dos niveles principales de acción:
1. A nivel de ADN. El ácido desoxirribonucleico es una secuencia de nucleótidos que, por definición, un cambio epigenético no puede alterar (sino estaríamos hablando de una mutación); pero aun así existen modificaciones químicas que afectan al ADN sin modificar la secuencia. Por ejemplo, añadir un grupo metilo (CH3) en algunos puntos del ADN.
2. La metilación de las histonas. Todas nuestras células tienen un problema de espacio ya que la molécula de ADN es demasiado grande para el núcleo celular, así que es necesario plegar el ADN para que ocupe menos espacio. En este plegamiento son esenciales una familia de proteínas denominadas histonas, las cuales son susceptibles de sufrir cambios epigenéticos en forma de metilaciones, lo cual modula el grado de empaquetamiento de las distintas regiones del ADN. Esto es muy importante porque si una zona está muy plegada sus genes no pueden expresarse, así que un mecanismo para controlar la activación de un gen es regular el grado de empaquetamiento de la zona de ADN donde se encuentra ese gen.
A nivel de herencia es llamativo que algunos cambios epigenéticos son heredables. Los primeros datos sobre esto proceden de estudios en 1956 con la planta de maíz, pero en las últimas décadas tenemos cada vez más información de que esto también ocurre en humanos. Por ejemplo, sabemos que los eventos muy estresantes, como puede ser una hambruna, generan modificaciones epigenéticas que los sujetos pueden transmitir a sus hijos e incluso llegar a sus nietos. Esto añade una nueva capa de complejidad a la información que podemos transmitir a nuestra descendencia, pero debemos ser cautos: muchos cambios epigenéticos son reversibles y, además, todavía nos falta información precisa sobre los mecanismos moleculares detrás de estos fenómenos. Eso sí, mientras la ciencia avanza, quedémonos con la idea de que en temas de herencia hay más cosas a parte de la genética.
Por Pablo Barrecheguren
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