Entender la dislexia
Publicado el 26 de Septiembre de 2019 | Conocimiento

A pesar de los grandes avances que se han logrado en el ámbito educativo frente a los diversos trastornos que se puedan dar en las aulas, la detección de la dislexia sigue sin ser tarea fácil. El 90 % de las personas con dislexia no saben siquiera que la tienen y, de las que sí lo saben, solo el 4 % obtienen diagnósticos. A la vista de estos datos se deduce que enseñar a un estudiante con esta condición es un desafío. A la hora de tratar el aprendizaje de la lectura es importante saber descubrir quiénes entre el alumnado tienen dificultades para hacerlo con fluidez y precisión, y si tienen problemas con la comprensión lectora, la ortografía o la escritura.
La dislexia es una discapacidad específica que dificulta la lectura. No está relacionada con la inteligencia general sino con la alteración o confusión del orden de letras, sílabas o palabras. También puede afectar al desarrollo de otras habilidades como, por ejemplo, las matemáticas; por eso es necesaria su temprana detección para evitar los problemas derivados, como pueden llegar a ser el fracaso escolar o la conducta.
Las aulas están repletas de historias de superación de personas que tienen que realizar más esfuerzos, utilizar trucos o aprender de memoria conceptos para llegar donde el resto aparentemente alcanza sin dificultad. En el transcurso de la etapa formativa de niños y niñas con dislexia, buscan estrategias para adaptarse, compensar, o “tapar” la dislexia, muchas veces sin ser conscientes. Este amago de ocultar el trastorno hace que su detección sea más compleja.
Para ayudar a conseguir una intervención oportuna, la investigadora española Luz Rello y su equipo han desarrollado “DytectiveU”, una herramienta de estimulación cognitiva que ayuda a detectar la dislexia y puede mejorar las habilidades relacionadas con ella. En su búsqueda para gamificar actividades, el equipo de Dytective ha creado una experiencia piloto que se ha llevado a colegios públicos y ha conseguido llegar a más de 200.000 personas. Se trata de un proyecto con dos partes: una para detectar la dislexia y otra para trabajarla mediante el juego para su estimulación y mejora. Además, maestros y orientadores de colegios disponen de un programa de apoyo al tratamiento. Se puede consultar más información en su página web
Por supuesto, además del uso de la plataforma se requiere de profesionales que acompañen en el transcurso del desarrollo de fortalezas a través de tratamientos personalizados con terapeutas y ejercicios regulares del lenguaje.
Por Marta Seror
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