En las proteínas el tamaño no lo es todo
Publicado el 23 de Septiembre de 2021 | Biología y Geología

Solemos pensar que cuanto más mejor. Sin embargo, la naturaleza tiende a economizar, a funcionar en torno al tamaño óptimo y esto, en el caso de las proteínas, no siempre implica ir hacia las macromoléculas más grandes posibles.
Lo primero que debemos hacer es definir cuándo estamos hablando de una proteína. Las proteínas se componen por la unión de aminoácidos, pero con dos aminoácidos no tenemos ya una proteína. Dos aminoácidos al unirse mediante la formación de un enlace peptídico dan como resultado una molécula denominada dipéptido, y este proceso se puede repetir con más aminoácidos para generar, tripéptidos, tetrapétidos, etc. En líneas generales, cuando juntamos unos pocos aminoácidos hablamos de oligopéptidos y cuando la cantidad de aminoácidos empieza a ser considerable se utiliza el término polipéptido. Habitualmente solo cuando la macromolécula tiene un tamaño suficiente como para superar una masa molecular de 100.000 se empieza a hablar de proteínas. Eso sí, como técnicamente una proteína es un conjunto de péptidos, todas las proteínas pueden ser consideradas polipéptidos, pero no todos los polipéptidos tienen el tamaño suficiente como para ser categorizados como proteínas.
En la bioquímica de los péptidos el tamaño no lo es todo, y esto se puede ver en los casos de moléculas muy sencillas pero tremendamente importantes. Quizás uno de los mejores ejemplos es la hormona oxitocina. Esta molécula compuesta únicamente por nueve aminoácidos es esencial tanto de nuestro nacimiento (tiene un papel fundamental en provocar las contracciones uterinas durante el parto) como en nuestro día a día (está relacionada con la sensación de bienestar, la sensación de saciedad al comer, la supresión del miedo y también está involucrada en las interacciones sociales). Otro péptido muy pequeño es el aspartamo, un dipéptido muy utilizado como edulcorante.
Y en el otro extremo tenemos proteínas como las titinas, una clase de proteínas importantes en las estructuras musculares, que son de las proteínas más largas conocidas: ¡tienen una masa molecular de casi 3 millones y están compuestas por lo unión de casi 27.000 aminoácidos! Y todo formando una única cadena (de allí que sean unas moléculas especialmente alargadas no solo por su tamaño, sino porque todos sus componentes forman una única cadena peptídica).
Sin embargo, la gran mayoría de los polipéptidos están formados por menos de 2000 aminoácidos y, como último ejemplo de que el tamaño no lo es todo en la biología, pensemos en la insulina: no es más que dos cadenas peptídicas (una de 30 residuos aminoácidos y otra de 21), pero dependemos de ella para tener una buena captación de glucosa en nuestros tejidos.
Por Pablo Barrecheguren
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