El internet de las cosas
Publicado el 8 de Septiembre de 2022 | Economía

Hace ya algún tiempo que en los medios de comunicación se viene hablando de ello. Como muchos otros conceptos que tienen que ver con las nuevas tecnologías, el llamado “internet de las cosas” nace en Estados Unidos donde es conocido como “IOT” (internet of things). El término fue utilizado por primera vez en 1999 por el informático Kevin Ashton en una presentación para los directivos de su empresa y tiene que ver básicamente con la conexión de todo tipo de objetos que utilizamos en nuestra vida diaria a internet.
El “internet de las cosas” supone pues conectar el mundo digital (Internet) con el físico ( las cosas) y es ya una auténtica revolución tecnológica. Hoy en día no solo los portátiles, smartphones y tablets se conectan a la gran red global que es internet sino también muchos objetos cotidianos como frigoríficos, televisores, lavadoras, coches, gafas, auriculares o pulseras de actividad deportiva. Estos objetos llevan sensores integrados para poder conectarse y aportar así un beneficio añadido al consumidor , dotándolos de cierta independencia para que no sea necesaria la intervención directa del ser humano.
Este fenómeno creciente supone en teoría la posibilidad de que se forme una gran red global de “cosas” interconectadas a través de internet que se comunican entre sí, se programan e incluso comparten información de todos nosotros. El hecho de que cualquier objeto pueda convertirse en una fuente de datos es algo tremendamente poderoso para las empresas al generar nuevas oportunidades de negocio.
Otro aspecto interesante de esta revolución es el efecto que puede tener en la “economía circular”. Ya hemos hablado en otro post pasado sobre este concepto. Hasta ahora las sociedades desarrolladas hemos seguido un modelo lineal de desarrollo que ahora nos proponemos a sustituir por la llamada “economía circular” que propone reparar, reutilizar y reciclar los recursos. Se trata de cerrar el ciclo de vida de los productos para convertir los residuos en materias primas que vuelvan al proceso productivo, minimizando así el uso de recursos naturales y la generación de residuos. Y… ¿qué relación hay entre estos dos conceptos? ¿Cómo se relaciona el IOT con la “economía circular”?.
Lo cierto es que la necesidad de hacer nuestro planeta más sostenible puede encontrar como aliado a la tecnología y concretamente el “Internet de las Cosas”. Todos esos objetos interconectados a través de los sensores integrados en los mismos pueden ser una fuente valiosísima de datos que se pueden usar para mejora el ciclo productivo, haciéndolo más sostenible. Detectar puntos en los que se malgastan recursos, ayudar a gestionar los residuos, el reciclaje de materiales…..las posibilidades son ilimitadas.
En nosotros los consumidores, el IOT también puede ayudar a tener un estilo de vida más “sostenible”. Todos estos objetos interconectados pueden darnos sugerencias de uso, avisar de errores, consejos de mantenimiento e indicaciones de uso óptimo para prevenir averías por ejemplo y así prolongar la vida del objeto.
A pesar de todas estas ventajas, también debemos considerar los riesgos. El IOT supone la cesión de datos personales que serán recogidos, almacenados y analizados por sistemas de inteligencia artificial. Todos esos datos podrían caer en manos de ciberdelincuentes, por poner un ejemplo, accediendo a la red interna en la que están conectados estos aparatos para poder controlarlos en su propio beneficio.
Aplicación en el aula
Además de tu smartphone, ¿tienes en tu domicilio alguna cosa que se conecte a internet?
¿Qué ventajas e inconvenientes tendrá en el futuro un mundo totalmente interconectado?
¿Has leído alguna vez las condiciones de uso de las aplicaciones que te descargas o le das al botón de “aceptar” sin más?
¿Cómo te imaginas el futuro dentro de 50 años?
Por José Ángel Navarro Martínez
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