El arte del eufemismo
Publicado el 9 de Mayo de 2019 | Economía

Se acaban de celebrar elecciones y dentro de poco tendremos de nuevo que acudir a votar. Es en época electoral cuando se escuchan muchos “eufemismos económicos”. Según el diccionario de la RAE, se llama eufemismo la “manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante”.
Hay quien dice que el eufemismo es un arte y sirve para explicar situaciones duras con palabras blandas. El eufemismo ha evolucionado y se ha generalizado en todos los ámbitos. En economía, el arte del eufemismo últimamente está en todo su esplendor.
Durante los años de crisis económica que azotaron a muchos países, llegaron a nuestras vidas para quedarse muchos de estos eufemismos. ¿Quién dijo crisis económica? nunca la hubo… solo se producía… digamos… una “desaceleración económica” que conducía a un “aterrizaje suave”. Posteriormente, cuando la economía mejoró levemente se hablaba de “brotes verdes” que había que dejar crecer por si solos. Si el PIB baja,… bueno… son “crecimientos negativos”; ¿a que suena mucho mejor así?
¿Recuerdan los rescates a distintos países? … nada de eso… solo recibían un “préstamo con condiciones muy ventajosas”, y las administraciones públicas no hacían recortes en los gastos… solo los “racionalizaban” dentro de políticas de “reforma estructural”. Uno de los recortes más impopulares son los gastos farmacéuticos que pasan de ser repagos (el contribuyente pagaba dos veces) a “copagos”
¿Y qué pasa con los impuestos?; si los van a subir dirán que van a cambiar las “ponderaciones” y si de lo que se trata es de dar una amnistía fiscal… mejor decir que lo que se aprueban son “medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas”
En materia laboral, algunas empresas despiden “en diferido” y otras… parece que no lo hacen si dicen que están “optimizando recursos”. Si lo que queremos es abaratar los despidos… mejor decir que vamos a “flexibilizar el mercado laboral”; y si buscamos rebajas o congelación de salarios lo que hacemos son políticas de “moderación salarial”.
Lo cierto es que algunos de estos eufemismos son ocurrentes y tienen cierta gracia, si no fuera por las graves consecuencias sociales que acarrea lo que está detrás de los mismos. Si se reprocha a un gobierno sobre la fuga de cerebros hacia el exterior de jóvenes buscando oportunidades… le podemos dar la vuelta hablando de la “movilidad exterior” o del “impulso aventurero de la juventud”. ¿Desahucios bancarios?... nada de eso… solo son “procedimientos de ejecución hipotecaria”.
Pero ¿dónde está la causa de tanto eufemismo? ¿por qué hay tanto interés en maquillar la verdad? ¿Los ciudadanos no están preparados para recibir malas noticias?
Por José Ángel Navarro Martínez
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