Dando la vuelta al aula
Publicado el 10 de Junio de 2021 | Conocimiento

Si echamos la vista atrás, podemos ver cómo ya antes de la pandemia estábamos viviendo tiempos de cambio en las aulas. Las nuevas tecnologías TIC no son resultado del año educativo tan atípico que estamos viviendo por la COVID-19, aunque sí que hay que atribuirle una cosa al actual contexto: ha acelerado de manera significativa la implantación de nuevos conceptos de aprendizaje basados en la innovación tecnológica. Algunos docentes que aún estaban acercándose a este nuevo mundo de posibilidades se han encontrado de golpe intentando implementar en sus lecciones algunas de las herramientas que todavía no conocían lo suficiente. Uno de estos nuevos métodos pedagógicos, muy conocido pero quizá no tan utilizado, es la llamada “aula invertida”, más conocida por su denominación en inglés: The Flipped Classroom.
¿Qué es The Flipped Classroom?
¡Es el mundo al revés! Según se puede leer en su página web, es “un modelo pedagógico que transfiere el trabajo de determinados procesos de aprendizaje fuera del aula y utiliza el tiempo de clase, junto con la experiencia del docente, para facilitar y potenciar otros procesos de adquisición y práctica de conocimientos dentro del aula”. ¡Suena bien! Pero… ¿cómo conseguir que el alumnado adquiera conocimientos fuera de clase, sin la ayuda de un/a profesor/a?
El método, entre otras características, se basa en la labor que los estudiantes deben realizar con anterioridad. Tienen que estudiar y prepararse las lecciones accediendo en casa a los contenidos de las asignaturas para que sea en el aula, posteriormente, donde hagan los deberes, interactúen y realicen actividades más participativas, todo ello apoyándose en las nuevas tecnologías y en el docente, que actúa como guía en el aula.
Es en esto último donde radica el gran cambio de la propuesta, donde se produce “la inversión del aula”: el profesor deja atrás las clases tradicionales, en las que hace de transmisor de conocimientos, para convertirse en una especie de guía de ayuda para que el alumnado pueda resolver las dudas que se han preparado en sus casas gracias al contenido proporcionado previamente.
Como todo lo innovador, al principio puede provocar inseguridades pero, quién sabe… ¿será este el “vuelco” que necesita la educación del siglo XXI?
Por Marta Seror
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