¿Cómo se calcula el IPC?
Publicado el 29 de Octubre de 2019 | Economía

Antes de entrar a ver cómo se calcula el IPC (Indice de Precios al Consumo), quizá sea necesario explicar qué es y para qué sirve. Aunque muchos identifican el IPC con la inflación, en realidad solo es un indicador para medirla; existe inflación si el IPC sube. En nuestra vida cotidiana el IPC mide el llamado “coste de la vida” y se usa para diferentes situaciones como son las revisiones salariales y de pensiones o la actualización de deudas y contratos de alquiler por ejemplo.
Los primeros índices de precios que se calcularon en España son del año 1936 y sirvieron de base para establecer el primer sistema de “Índices de Coste de la Vida”. El primer IPC con el sistema actual se publicó en 1976.
El encargado de elaborar mensualmente el indicador es el INE (Instituto Nacional de Estadística). Para la elaboración del índice, los más de 200 entrevistadores del INE tienen en cuenta la evolución de los precios de 479 artículos que se pueden comprar en 33.000 establecimientos de 177 municipios de toda España. Esos 479 productos evaluados se clasifican a su vez en 12 grupos con distintas ponderaciones obtenidas de la Encuestas de Presupuestos Familiares que anualmente elabora también el INE. En el IPC de 2019 las mayores ponderaciones se las llevan los grupos de “alimentación, bebidas y tabaco” con un 18,88% del gasto de las familias seguidas de transporte con un 15,46% y “vivienda” con un 13,35%.
La lista de esos 479 artículos controlados incluye cosas muy diversas; desde el pan, las frutas, el pescado, los productos lácteos y diferentes tipos de carne, pasando por ropa, calzado, electricidad, coches, carburantes, libros etc. Para evitar manipulaciones del índice, el INE mantiene de modo confidencial las marcas concretas de los productos controlados.
Lógicamente el consumo de las familias cambia y los productos y servicios que compramos también. Cada 5 años el INE decide variar el listado de productos que se tienen en cuenta en la elaboración del IPC. El último cambio se produjo en 2016, incorporándose productos como las capsulas de café, los juegos de azar y servicios de televisión y video “online”, mientras que otros como el brandy, las videocámaras o los DVD grabables dejaron de ser contabilizados.
Una manera de ver los enormes cambios que se han producido en el consumo familiar de las últimas décadas es precisamente el de comparar qué productos se contabilizaban en el primer IPC elaborado en 1976 con el actual de 2019. En 1976 las curas eran con “mercromina” y se comían “huesos de San expedito” o babosas, destinando el 40% del presupuesto familiar a la alimentación. Hoy día en 2019 gastamos menos del 20% en alimentación y las pizzas, comidas preparadas, aparatos tecnológicos, servicios de fotodepilación o los productos dietéticos suponen un porcentaje importante en nuestra cesta de la compra y como tal se contabilizan en el índice.
¿Qué productos se contabilizarán en el IPC dentro de 20 años? Con los vertiginosos cambios en el consumo actual, quizá esos productos aún no hayan visto la luz.
Más información
https://www.ine.es/prensa/ipc_prensa.htm
Por José Ángel Navarro Martínez
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