¿Cómo sabemos que a los dinosaurios les cayó un meteorito?
Publicado el 24 de Septiembre de 2019 | Biología y Geología

En paleontología existen cinco “grandes extinciones”, es decir, cinco épocas terrestres donde gran parte de los seres vivos que habitaban el planeta se extinguieron en muy poco tiempo. Aunque la mayor parte de ellas son poco populares, la última es la más conocida ya que marca la extinción de los dinosaurios. Es la Quinta Extinción, la cual ocurrió hace unos 66 millones de años, y en ella participaron factores como una gran actividad volcánica en todo el planeta, aunque el hecho más llamativo es el impacto de un gran meteorito en la Tierra pero… si pasó tanto tiempo, ¿cómo podemos estar seguros de que cayó un meteorito?
Empecemos por lo más sencillo: sabemos que hace 66 millones de años hubo una gran extinción por los registros fósiles. Básicamente pasa que mirando todos los fósiles encontrados vemos que de entorno a esa antigüedad hay muchísimos fósiles, con lo cual sabemos que murieron más seres vivos de lo normal en ese periodo. Concretamente se estima que fallecieron el 75% de las especies, siendo uno de los grupos más afectados los reptiles. Y la primera pista de que un meteorito podría estar involucrado en todo esto nos la dio el iridio. Una investigación en 1980 puso de manifiesto que varios sedimentos de hace unos 66 millones de años tenían una altas concentraciones de iridio, lo cual es muy llamativo porque el iridio es un elemento químico muy poco frecuente en la Tierra, lo cual llevó a pensar que esas elevadas cantidades podrían proceder de componentes extraterrestres como un meteorito. Esto se corroboró con una serie de estudios que encontraron otras pruebas de un impacto de meteorito como la presencia de aminoácidos extraterrestres en esos sedimentos, así como minerales que pueden formarse cuando se producen este tipo de impactos.
Con toda esta información se inició una búsqueda del lugar de impacto de un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro. Y en 1991 se descubrió un cráter de 181 kilómetros de diámetro presente en la península de Yucatán (México), lo cual confirmó definitivamente el impacto del meteorito. Sabemos que en esa época cayó en el mar generando tsunamis, terremotos de más de 10 en la escala de Richter, vientos de hasta mil kilómetros por hora, daños temporales en la capa de ozono e incrementos de varios centenares de grados en un radio de unos 4 mil kilómetros… generando además cambios climáticos a medio plazo que, junto con el daño inmediato por el impacto, contribuyeron a la Quinta Gran Extinción.
Por Pablo Barrecheguren
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