Cómo aplicar técnicas de improvisación a la enseñanza
Publicado el 3 de Octubre de 2018 | Conocimiento

Las habilidades de improvisación son útiles en el aula. A partir de la experiencia en técnicas de improvisación del profesor Beau Golwitzer explicadas en el siguiente artículo, compartimos unos breves trucos sobre cómo los conceptos básicos de la improvisación, si se emplean hábilmente, ayudan a mejorar el ambiente en clase.
Una actitud afirmativa. El concepto que este profesor define como más fundamental en la improvisación. Y lo explica así: “Básicamente, cuando estás en el escenario con un compañero con el que tienes que crear una escena, para hacerlo bien, necesitas apoyar las elecciones de la otra persona. Entonces, si tu compañero de escena propone que son dos astronautas que acaban de aterrizar en la luna, debes mantener una actitud afirmativa ante este hecho y añadirle algo más”.
Esto se puede aplicar al aula sobre todo en discusiones y tormentas de ideas. Ambas prácticas se facilitan con una actitud afirmativa en lugar de combativa. Un profesor está para ayudar a los estudiantes a desarrollar sus ideas y opiniones en lugar de decirles que están equivocados. La fórmula "Sí, y..." es perfecta para ello y protege contra la autocensura a la que son propensos muchos estudiantes.
Tu primera respuesta es tu mejor respuesta. Durante el desarrollo de un espectáculo, en el escenario no se tiene tiempo para pensar. Ningún alumnado disfrutará viéndolo en el aula mientras piensa en que lo que vaya a decir sea inteligente. Los buenos improvisadores son muy hábiles en no tener que decir algo perfectamente formulado. En cierto modo, puede ser una buena práctica para los estudiantes que, una vez más, a menudo se sienten reacios a participar en las discusiones o mostrarle borradores de sus documentos. Este docente anima a los estudiantes a decir lo que piensan y lo primero que venga a sus mentes. De esta forma, el aula puede convertirse en un lugar alentador para experimentar, donde los estudiantes pueden jugar libremente con nuevas ideas y formas de pensar.
Improvisando un plan para su lección. Cada clase tiene su propia energía y puede ser cambiante en función del comportamiento de los alumnos, por lo que a menudo se necesita improvisar la lección. Lo que implica incluso abandonar una actividad planificada por completo. Por ejemplo, ampliar el tiempo destinado a una actividad o invitar a un alumno a hablar frente a su clase porque tenga un conocimiento excepcional sobre un tema.
En cualquier caso, este tipo de improvisación requiere ser muy observador y prestar mucha atención no solo a lo que los estudiantes dicen (o no dicen) sino incluso a cómo se mueven en sus sillas. A veces una dinámica del aula se desvía respecto al plan previsto ante nuestros ojos y en lugar de tratar de volver al plan inicial, ¿no sería mejor adaptarse?
En definitiva, se trata de tres formas en las que las técnicas de la improvisación pueden ayudar a crear un ambiente de aprendizaje divertido y atractivo. Además, al mostrar la flexibilidad propia de la improvisación, sus estudiantes responderán a ella y también se mostrarán más favorables a participar en clase.
Por Manuel Caro
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