Beneficios de los frutos secos desde la gestación
Publicado el 21 de Mayo de 2019 | Sanidad

No es nuevo, los frutos secos son unos grandes aliados para nuestra salud. A pesar de tener mala fama por su alto contenido en grasa y su bajo contenido en agua, hay que recordar que las grasas que poseen son, en un porcentaje alto, grasas saludables como omega 3.
Entre sus beneficios, se encuentran la capacidad de reducir el colesterol, la diabetes, previenen de infecciones, cánceres y enfermedades cardiorrespiratorias.
Los frutos secos aportan muy pocas Kcal por 100 g de producto. Son ricos en fibras, vitaminas como la E que tiene un alto poder antioxidante y la vitamina B2, que contribuye al mantenimiento de la piel y a la reducción del cansancio y la fatiga. Aportan minerales como el manganeso, el magnesio, el calcio, el fósforo y el zinc y poseen un alto contenido en proteínas.
Productos como los anacardos, las nueces, las avellanas, las almendras, los pistachos, piñones y un sin fin de frutos secos, producen grandes beneficios sobre nuestros huesos, previenen la osteoporosis y fortalecen el sistema óseo, ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre en diabetes tipo 2, facilitan la absorción de hierro gracias al contenido en Cobre y reducen los niveles de colesterol. De todos es conocido que las nueces es el mejor alimento para el corazón ya que reduce la presión arterial y controla el colesterol. Además, las nueces junto con las almendras tienen la capacidad de inducir al sueño, por el magnesio y el triptófano que contienen, y previenen el insomnio por su contenido en ácido linoleico.
Los frutos secos aportan la energía suficiente para realizar ejercicios intensos, regulan el intestino y tienen efecto saciante.
Es cierto que si nos pasamos en cantidad pueden producir sobrepeso, pero en su justa medida tienen más beneficios que perjuicios.
En el embarazo, gracias al alto contenido en ácido fólico, son alimentos casi obligados, pues ayudan al desarrollo del sistema nervioso fetal y es aquí donde nos detenemos para sumar a la larga lista de beneficios ya nombrados, la última evidencia generada gracias a un reciente estudio, que demuestra que el tomar frutos secos en el primer trimestre de embarazo, mejora el desarrollo neuropsicológico de los niños a largo plazo.
El estudio se ha realizado sobre las madres con un cuestionario sobre hábitos alimentarios en el primer y tercer trimestre de gestación y sobre los hijos mediante test validados internacionalmente para conocer el desarrollo neuropsicológico, que se les pasó al año y medio de su nacimiento, a los 5 años y a los 8 años.
Dicho estudio se centró en la ingesta de nueces, almendras, cacahuetes, avellanas y piñones por tener alto contenido en ácido fólico y ácidos grasos esenciales como omega 3 y 6. Estas sustancias se acumulan a nivel de tejido nervioso sobre todo en áreas frontales del cerebro relacionadas con las funciones ejecutivas y la memoria.
Los hijos de las madres que habían consumido en el primer trimestre de embarazo una media semanal de 3 raciones de 30 gramos de frutos secos presentaron mejores resultados en los test relacionados con la función cognitiva, la memoria de trabajo y la capacidad de atención.
Pero como con todo en la vida, en el equilibrio está la virtud y consumir sólo o gran cantidad de frutos secos, descuidando el resto de los nutrientes, no es beneficioso. Para que la alimentación sea saludable es necesario seguir un patrón dietético adecuado a las características de cada individuo, de manera equilibrada y lógica.
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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