Tengo fiebre, ¡qué pereza!
Publicado el 14 de Noviembre de 2024 | Sanidad

Oropouche, no es una ciudad Inca, ni es un puchero de oro, ni un plato típico navideño, … ¡Es un virus!, el virus Oropouche o vulgarmente conocido como fiebre de la pereza, ¿por qué este nombre?, en primer lugar es por su origen de procedencia, manifestado allá por 1955 en las inmediaciones del río Oropouche (en Isla Trinidad, al noreste de Venezuela), y en segundo lugar, debe su “apodo” a que este virus circula sobre todo entre los primates, a los que pertenecen los perezosos y la sufren de forma natural, no así los humanos, que si no fuera porque en cuestión de sexo la pereza suele ser tema aparte, igual evitaríamos contagiarnos en cierta medida, pues este virus a pesar de transmitirse principalmente por la picadura de mosquitos infectados o jejenes, ahora también se ha podido aislar en el esperma humano, por lo que podría transmitirse a través del semen. Nos encontramos ante una rara enfermedad, que se extendió rápidamente por América Latina y que se ha empezado a detectar en Europa, incluyendo casos incluso en España. El virus que se ha podido aislar vivo en el semen de humanos a los 16 días del inicio de los síntomas, hace elevar las alertas ante una nueva posible enfermedad que se transmite vía sexual. Se manifiesta por lo general como una enfermedad febril aguda, con un periodo de incubación de entre 2 a 7 días, con unos síntomas que pueden ir desde fiebre malestar, fatiga, dolor de cabeza, muscular y en articulaciones, erupciones, náuseas, vómitos, diarreas, hemorragias, sensibilidad a la luz y cómo no, fiebre, síntomas que pueden pasar por los de una gripe o incluso un resfriado común y aunque puede derivar en meningitis aséptica o incluso meningoencefalitis, afectar al sistema nervioso central y producir trastornos como ansiedad, depresión y/o estrés postraumático, aunque cabe decir, para que no cunda el pánico, que en la mayoría de los casos detectados los afectados se recuperan sin secuelas. Por ahora, no hay vacuna por lo que sólo nos queda otro tipo de prevención, con medidas muy simples como uso de preservativos, uso de repelentes para mosquitos, mosquiteras, medidas higiénicas etc. Una vez infectados, ponernos en manos de los especialistas que puede que nos recomiendan la ingesta pautada y controlada de antihistamínicos para paliar en cierta medida la sensación de picor, descansar e ingerir líquidos que prevengan la deshidratación, así como para combatir el dolor y reducir la fiebre y por supuesto no transmitirlo y poner medidas de barrera.
Sugerencias al profesorado:
Trabajar en temas relacionados con las infecciones de transmisión.
Aplicación en el aula
1. Buscar información sobre este nuevo virus.
2. Realizar una relación de enfermedades de transmisión sexual incluyendo signos y síntomas medidas preventivas.
3. Elabora un podcast con los datos obtenidos de la actividad anterior.
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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