Sin prisa a la hora de quitar los kilos que nos molestan
Publicado el 14 de Septiembre de 2018 | Sanidad

Llega el final de las vacaciones y esos 3 kg extra que tan felizmente hemos cogido durante los meses de verano queremos que desaparezcan a la voz de “ya”, buscando atajos peligrosos para nuestra salud. Recurrimos a dietas milagro que nos hacen perder peso rápidamente, pero que no nos enseñan a comer, por lo que al volver a nuestra alimentación normal cometemos los mismos errores nutricionales y volvemos a coger peso.
Las dietas milagro prometen resultados rápidos, mágicos, prohíben alimentos o grupos de alimentos, catalogan a los mismos en malos o buenos, van acompañadas de productos dietéticos y no tienen en cuenta el criterio sanitario, sino la voz popular o la celebrity a la que le ha ido bien.
Existen numerosas dietas milagro, que están asociadas a problemas de salud, como la dieta DUKAN, alta en proteínas y baja en hidratos de carbono que pueden ocasionar osteoporosis, insuficiencia renal, cáncer, enfermedad cardiovascular, daños hepáticos…
Dieta de la luna. Según la cual, las fases lunares afectan al ritmo corporal y por tanto a la perdida de peso. Consiste en un ayuno total, excepto líquidos , en los cambio de fase lunar, lo que puede llevar a desequilibrios metabólicos peligrosos sobre todo para personas con determinadas enfermedades como la diabetes.
Dieta del grupo sanguíneo, de la alcachofa, que no son variadas en nutrientes.
Dieta líquida o blanda, a base de zumos, batidos de proteínas, Smoothie, café, sopas, caldos, infusiones détox, que ni ayudan a perder peso ni a desintoxicar.
Dietas blandas y líquidas, que son dietas terapéuticas incompletas nutricionalmente, que sólo se realizan durante un periodo de tiempo corto y concreto, para aquellos pacientes que lo necesitan, por lo que se las dejaremos a ellos y bajo una prescripción médica y llevaremos nosotros a cabo unos hábitos saludables para perder esos kilos que tanto nos molestan, pues reducir aporte calórico por debajo de 1200 kcal/día en un adulto supone carencias importantes.
En definitiva, las dietas milagro, que no suelen estar diseñadas por nutricionistas, no se adaptan ni a la edad, ni al peso, ni al sexo, ni a la talla, ni a la actividad física y tienen un efecto “YO-YO”, hay una perdida importante de peso durante la dieta, pero al dejarla hay efecto rebote y se aumenta de peso, crean malos hábitos alimentarios y producen alteración en el organismo.
Si lo que queremos es perder peso sin poner en riesgo nuestra salud tenemos que seguir una premisa fundamental: Comer de todo pero adaptado a nuestro metabolismo y actividad diaria y respetando los principios de una dieta equilibrada donde todos los macronutrientes están presentes, proteínas, lípidos e hidratos de carbono, en la proporción adecuada y sin pasarnos de las kilocalorías que necesitamos al día.
Tenemos que aprender a comer, cambiar los malos hábitos nutricionales y no eliminar ningún grupo de alimento. No se trata de comer menos, sino comer mejor y controlar la ansiedad. Si hay que hacer dieta es necesario que sea adaptada al individuo, haciendo una restricción calórica acorde a su condición para conseguir una dieta equilibrada y un equilibrio nutricional que le haga perder peso sin afectar a su salud y por supuesto ponernos en manos de expertos.
La perdida de peso veraniega no se debe convertir en un sprint si no quieres recuperar eso kilos que con tanta satisfacción has conseguido.
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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