¿Será el cerebro del futuro tecnológico o humano?
Publicado el 10 de Abril de 2019 | Sanidad

Los seres humanos a diferencia de los animales, que ya nacen con funciones específicas de su especie, tenemos que ir aprendiendo a lo largo de la vida, pues nuestro cerebro se va desarrollando y madurando según crecemos y vivimos determinadas situaciones que hacen que se generen las conexiones cerebrales responsables de nuestro comportamiento.
El desarrollo y funcionamiento del cerebro, por tanto, no está solo determinado por la carga genética, sino por el medio ambiente que nos rodea y el estilo de vida.
El cerebro de un recién nacido es la cuarta parte del tamaño del adulto y durante la fase fetal y la infancia suceden las transformaciones más importantes.
Pero desde nuestros ancestros, y si nos fijamos en la evolución del hombre, el cerebro ha ido transformándose de tal forma que cada vez está más desarrollado y permite acciones más complejas.
Lo que ocurra con nuestro cerebro en el futuro, nos hará conocer el comportamiento de los seres humanos, pues al fin y al cabo nuestro cerebro es el jefe.
Si nuestro cerebro está afectado por el “ambiente que le rodea” y vivimos en una época donde los avances tecnológicos son brutales, la interacción del cerebro con este ambiente tecnológico hace que haya una conexión entre cerebro y dispositivos electrónicos, y por ese camino será la evolución de nuestro cerebro más que desde el punto de vista anatómico.
El futuro de nuestro cerebro estará determinado por la interacción entre nuestras capacidades humanas y la tecnología.
Esta relación hace que el cerebro del futuro pueda controlar a través de dispositivos electrónicos, enfermedades mentales gracias a implantes neuronales que actúen sobre los neurotransmisores para hacer que funcione de manera correcta nuestro cerebro enfermo, o para potenciar funciones sensoriales y cognitivas en personas sanas.
Con la neurotecnología las limitaciones del ser humano se pueden superar siempre que sean con fines positivos, llegándonos a convertir en humanos asistidos por tecnología, incluso llegando más allá y creando mentes muy superiores a las actuales.
Pero no podemos olvidar que es el cerebro humano el que inventa los dispositivos tecnológicos para interactuar con el cerebro y conseguir mejoras importantes, y que por muchos avances tecnológicos que tengamos, los seres humanos somos más que un hardware y un software. Nunca podremos comparar la inteligencia artificial con la humana. La inteligencia artificial es limitada en la capacidad de integración, en la toma de decisiones, en intuición, en ingenio, en creatividad, en empatía, en sentimiento, en autodeterminación, en conciencia, en motivación, en deseos, cualidades que el ser humano ha ido adquiriendo y perfeccionando durante toda su evolución.
Las experiencias vividas, las emociones, las pasiones, los fracasos, los sueños, las alegrías, las penas y todo lo que nos hace más “humanos”, jamás podrá ser sustituido por la mejor y más avanzada tecnología que la mente humana pueda desarrollar en el futuro, … ¿o sí …?.
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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