Qué felicidad me da el triptófano
Publicado el 2 de Marzo de 2023 | Sanidad

Quién no ha dicho alguna vez, “se me ha cerrado el estómago, no tengo ganas de comer, estoy disgustado” o tengo mucha ansiedad y “me da por comer” o al contrario… pues estas manifestaciones del aparato digestivo relacionadas con nuestro estado de ánimo tienen su lógica basada en múltiples estudios, y no es un capricho del que lo siente. Tenemos bacterias en el aparato digestivo que interactúan directamente con el sistema nervioso, efectivamente hay una conexión directa intestino cerebro. Son conocidas como psicobioma o microbiota que modifican la actividad neurológica afectando a la salud mental. Nuestro “segundo” cerebro, se encuentra en el sistema nervioso entérico donde hay tantas neuronas como en la médula espinal y estas neuronas intestinales están en contacto con las neuronas cerebrales, lo que hace que nuestro estado de ánimo “lo sintamos” en nuestro aparato digestivo. Hay investigaciones que relacionan esta microbiota con enfermedades tales como la ansiedad, depresión, trastornos maníacos de pánico y la esquizofrenia. La regulación de la inmunidad, la nutrición, incluso la inflamación sistémica, tiene que ver con este ecosistema de microorganismos que se encuentran sobre todo a nivel oral e intestinal y que tienen una relación sana y aportan beneficios.
Hay autores que hablan de una dieta de la felicidad, y no están muy descaminados, a la mayoría de nosotros nos cambia el humor para bien con una buena comida, o incluso nos enfada si llega la hora y no tomamos alimentos o si éstos no son de nuestro agrado. Aunque la felicidad es algo tan personal que delimitarlo a una dieta concreta o a unos alimentos sería acotar mucho, es verdad que si incorporamos a nuestra dieta alimentos funcionales, ricos en triptófano como lácteos, huevos, carnes blancas, pescado azules, frutos secos, té verde o semillas de chía o mango, chocolate… se estimulará la serotonina que se segrega sobre todo en el intestino y que es una responsable, junto con la oxitocina, endorfina y dopamina, de hacernos sentir bien, ayudándonos a la relajación o conciliación del sueño.
Si a la prolactina, se la conoce como la “hormona de la tristeza” u hormona del llanto, a la serotonina, se la identifica con la “hormona de la felicidad”, siendo el neurotransmisor que regula el estado de ánimo y genera la sensación de bienestar, relajación, y nivel de autoestima adecuado. Su producción depende de un aminoácido esencial, el llamado triptófano. Por su condición de esencial no lo sintetiza el cuerpo, sino que tenemos que adquirirlo por la dieta. Si la dieta no aporta alimentos ricos en este aminoácido tales como alimentos de origen animal, tipo carnes blancas, pescados, huevos, cereales, avena y arroz, pasta, chocolate negro y leche, plátano, piña o aguacate, tendremos niveles bajos de triptófano que a su vez influiran en las concentraciones de serotonina y por consiguiente afectando a nuestro estado de ánimo, sintiendo tensión, nerviosismo, ansiedad y depresión.
Por tanto no es descabellado pensar que los alimentos influyen en nuestras emociones. Vivimos tiempos locos donde las enfermedades mentales están más en auge que nunca, si podemos colaborar con una dieta equilibrada, rica en alimentos que ayudan a prevenirlas, y que a su vez nos hagan sentir bien, creo que ganamos en todos los sentidos, y a partir de ahora cuando estemos nerviosos, inquietos, tensos y nos entren, por ejemplo, ganas de tomar chocolate, pues ya podemos intuir el motivo, el nivel de triptófano igual está bajo mínimos, así que con prudencia y equilibrio, sobre todo si se presentan problemas hepáticos o renales o se toman determinados medicamentos como antidepresivos, hay que hacer caso a lo que pide el cuerpo, que es muy sabio y una máquina perfecta, no olvidando que el exceso de ingesta puede acarrearte somnolencia, dolor de estómago, vómitos, diarrea, dolor de cabeza o visión borrosa, entre otras afecciones.
Aplicación en el aula
1. Haz una lista de alimentos ricos en triptófano.
2. Haz una lista de alimentos ricos en Omega 3
3. El salmón, el aceite de oliva o las nueces son ricos en Omega 3. investiga el motivo de que el omega 3 estimule la actividad cerebral y tenga propiedades antidepresivas.
Por Luisa Mostazo Rodriguez
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