La información asimétrica
Publicado el 17 de Junio de 2019 | Economía

En cualquier mercado de los llamados “perfectos” compradores y vendedores tienen la misma información. Con información transparente en ambas partes, el libre juego de la oferta y la demanda acordará el precio justo final en una operación de compraventa.
Sin embargo, en muchas ocasiones esto no es así y frecuentemente una de las partes tiene más información que la otra sobre el producto o servicio objeto de la compraventa. A esta diferencia de información se denomina en economía “información asimétrica” y es considerado un “fallo” del mercado.
Cuando esta situación se produce, se rompe el equilibrio del mercado y la parte con más información se encuentra en una situación privilegiada. Esto impide a una de las partes tomar la mejor decisión, ya que se encuentra en una situación de incertidumbre que genera situaciones ineficientes en el mercado. Podemos encontrar este problema en distintos ámbitos como los de la inversión, las finanzas o el consumo.
Por ejemplo, si quisiéramos invertir en una empresa, seguramente sus directivos tengan más información sobre su situación que los propios inversores. Si los inversores supieran la situación real de la empresa quizá no estuvieran de acuerdo en pagar tanto por esas acciones. En el caso de la compra de un coche de segunda mano ocurre lo mismo; el comprador tiene menos información sobre el coche que el vendedor.
Otro ejemplo de información asimétrica es el del caso de los seguros y de los bancos, aunque en este caso es el comprador del servicio el que tiene más información. Cuando un cliente quiere formalizar un seguro conoce mejor su riesgo particular que la propia entidad aseguradora. Si quisiéramos formalizar un préstamo bancario, el banco puede que no tenga la certeza del destino final del dinero y de las posibilidades reales de devolución.
El problema con esta diferencia de información es que los precios no se ajustan bien al mercado y “expulsa” a algunos posibles compradores o vendedores; es lo que se conoce como “selección adversa”. En el caso del mercado de coches de segunda mano, por ejemplo, ante la imposibilidad de los compradores de diferenciar los coches de buena calidad y los de mala calidad, tenderían a valorar todos a un precio bajo con lo que los vendedores de “buenos” coches no les compensará venderlos y saldrán del mercado. El resultado es que solo habría coches “malos” en estos mercados. En el caso de los seguros, ante la imposibilidad de evaluar bien el riesgo de cada persona, las compañías aseguradoras tenderán a aumentar las primas, provocando que las personas con un riesgo bajo no les compense pagar esas altas primas y salgan del mercado quedándose en el mismo solo los clientes de “alto riesgo”.
Otro problema derivado de la información asimétrica es lo que se conoce como “riesgo moral”. En el caso de los seguros, los clientes asumen más riesgos que los que normalmente asumirían porque las consecuencias negativas de sus actos no son asumidas por ellos sino por otros (las compañías de seguro). Si no tuvieran un seguro los riesgos asumidos serían menores
El problema de la información asimétrica y sus implicaciones para los mercados no es algo nuevo, siendo objeto de estudio desde hace tiempo. Precisamente los economistas americanos Joseph Stiglitz, George Akerlof y Michael Spence, recibieron en 2001 el Premio Nobel por sus trabajos sobre el tema.
Por José Ángel Navarro Martínez
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