John Snow y los inicios de la epidemiología moderna
Publicado el 21 de Noviembre de 2024 | Biología y Geología

En la publicación anterior se mencionó que la creencia de que los miasmas, una suerte de gases tóxicos, eran el origen de todas las enfermedades infecciosas hizo que se despreciaran las investigaciones del médico británico, John Snow. Pero… ¿qué fue lo que ocurrió y por qué como homenaje a este médico hay en el centro de Londres una antigua fuente de agua?
Imagínate que estamos en Londres durante la época victoriana: es el Londres de la niebla en las calles, los asesinatos de Jack el Destripador y todo huele bastante mal, literalmente. Aunque había un cierto alcantarillado, gran parte de los residuos se almacenaban en pozos en mitad de los barrios, conocidos como pozos negros, que tenían que vaciarse con frecuencia y, en general, gran parte de todas las heces, orina, etc. acababan tiradas al río Támesis… Esto generaba muchos malos olores, hasta el punto de que, por ejemplo, en 1958 se produjo lo que se llamó el Gran Hedor: se acumuló tanta porquería en el río que el olor era insoportable.
Con tanto pestazo es normal que los londinenses creyeran en los miasmas, el problema es que esta idea no explicaba problemas graves de salud como los brotes de cólera. Verás, el cólera se produce por una bacteria llamada Vibrio cholerae, y hasta que tuvimos unos buenos suministros de agua potable cada cierto tiempo en las ciudades se producían aumentos repentinos de los casos de cólera, es decir, brotes de cólera. Y es que el cólera se transmitía principalmente por beber agua contaminada, ¡pero a mediados del siglo XIX no lo sabían!
En septiembre de 1854 comenzó un brote de cólera con epicentro en el barrio del Soho, y John Snow, como un Sherlock Holmes de la medicina, investigó minuciosamente el problema: para ello situó en un mapa de la ciudad los 578 fallecimientos producidos por el brote y los asoció con la posición de 13 fuentes públicas que la gente usaba para conseguir agua. Gracias a eso descubrió que todos los casos se podían vincular a haber bebido agua de una fuente concreta. Al investigar la fuente se descubrió que el agua se había contaminado porque se filtraban residuos del alcantarillado cercano.
Por desgracia, aunque inicialmente le hicieron caso a Snow y se inhabilitó la fuente, lo vecinos se quejaron por tener que ir a otros barrios a por agua y eventualmente esa fuente volvió a funcionar. Sin embargo, los trabajos de John Snow son historia de la ciencia porque fueron el primer gran ejemplo de lo que ahora se conocen como estudios epidemiológicos, es decir, estudiar a nivel de población los factores que influyen en la aparición de enfermedades, su propagación y su efecto en la salud de las poblaciones. Y en honor a Snow, existe en Londres una réplica de la fuente de agua original en el lugar exacto donde surgió el brote de cólera.
Aplicación en el aula
Un ejercicio curioso es explorar con los alumnos, a través de internet, los lugares clave en esta historia como son el barrio del Soho, el río Támesis o incluso se puede llegar a buscar dónde se encuentra la réplica de la fuente/bomba de agua. Como fuente de información adicional, se puede explorar la web del Museum of London.
Por Pablo Barrecheguren
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