Disfrutemos de los beneficios del sol con seguridad

Publicado el 19 de Junio de 2018 | Sanidad

Por fin parece que el sol y el calor se van a quedar unos meses con nosotros y aunque durante todo el año nos debemos proteger de las radiaciones ultravioletas, la exposición durante estos meses venideros es más intensa y por lo tanto, toda precaución es poca para evitar daños como quemaduras, arrugas, y cáncer de piel.

El principal riesgo de padecer cáncer de piel, son las radiaciones ultravioletas (UV). La luz del sol es la principal emisora de este tipo de luz, las lámparas y camas bronceadoras no se quedan atrás.

Para que entendamos mejor como protegernos debemos saber que hay 3 tipos principales de rayos UV.

Rayos UVA, son los responsables directos del bronceado y los causantes del envejecimiento de la piel, degradan el colágeno y la elastina y provocan la aparición de manchas. Son constantes a lo largo de todo el año, a todas horas del día e incluso en días nublados, por lo que la protección frente a ellos debe ser una rutina diaria en nuestras vidas.

Los rayos UVB son más enérgicos y pueden llegar a dañar el ADN. Son los que principalmente provocan quemaduras y cáncer de piel.

Los rayos UVC son los más agresivos, pero no penetran la capa de ozono.

La potencia de los rayos UV que nos llega depende de una serie de factores como: la hora del día, son más potentes entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, durante la primavera y el verano, la latitud, la altitud sobre el nivel del mar y el tiempo de exposición. A esto hay que añadir las características del individuo: su fototipo, que es la capacidad de la piel para asimilar el componente UV y que va desde I, que son las personas de piel muy pálida, hasta VI personas de piel muy oscura.

Aunque las nubes frenan algunos tipos de rayos UV, pueden también reflejarlos aumentando su exposición por lo que no debemos bajar la guardia en días nublados. Además, los rayos UV se reflejan un 5% en el agua, un 85% en la nieve y un 17% en la arena, además de en la hierba y asfalto.

Para minimizar riesgos, debemos evitar las horas centrales del día, usaremos ropas que nos protejan, no expondremos a menores de 6 meses al sol, las quemaduras en la niñez hacen que aumente el riesgo de cáncer en la edad adulta y hay que tener en cuenta el índice ultravioleta, que nos indica la intensidad de la radiación UV, en la zona en la que nos encontramos, en una escala del 1 al 11+, a mayor número, mayor riesgo de exposición y más probabilidad de daño para la piel que puede desencadenar en un melanoma, por lo que hay que evitar exposiciones cuando los niveles estén altos.

¿Y algo más? por supuesto, una correcta crema de protección solar, que la elegiremos teniendo en cuenta que debe proteger frente a UVA y UVB, que tenga factor de protección solar adecuado a nuestro fototipo de piel y que sea resistente al agua. Evitar la presentación en spray pues tiene el inconveniente de no saber si se ha aplicado la suficiente cantidad y el riesgo de ser inhaladas.

Elegir protectores con filtros minerales (como los de óxido de zinc o dióxido de titanio) frente a los de filtros químicos (como los de oxibenzona, octinoxatos…). Estos últimos, que son los más comunes, pueden traspasar el organismo y afectar al sistema endocrino y producir cáncer de mama y ovario, además de contaminar el agua y las especies que viven en ella.

Usar protección antes del maquillaje. Aplicar de manera generosa el protector entre 15 y 30 minutos antes de la exposición, renovarlo con frecuencia y hacer especial hincapié en manchas, lunares y pecas.

¿Y qué factor de protección (FP) debe tener mi crema solar? El FP indica el tiempo de protección solar y las veces que nuestra piel puede estar expuesta a las radiaciones sin quemarnos, respecto al tiempo que tardaríamos en quemarnos sin protección.

Por ejemplo, si una persona tarda en quemarse 2 minutos sin protección solar, si se aplica una protección con FP 50, tardará 50 veces más en quemarse. En este caso 100 minutos. Los factores de protección mas recomendados están entre 30 y 50.

El bronceado es un indicador de lesión cutánea producida por el sol y las cremas solares no protegen al 100% de las radiaciones, por tanto mucha precaución y a disfrutar del verano.

Enlaces de interés
Tabla de fototipos y factores de protección.

Por Luisa Mostazo Rodriguez