¿Cuáles son las biomoléculas más abundantes de la Tierra?
Publicado el 20 de Junio de 2018 | Biología y Geología

La naturaleza está compuesta por piezas muy diferentes entre las cuales se encuentran las proteínas: al ser unas moléculas formadas por combinaciones de aminoácidos, las proteínas son un grupo muy heterogéneo donde hay desde enzimas o anticuerpos hasta los elementos que integran los cuernos de los rinocerontes o las telarañas. Suelen ser moléculas de gran tamaño, macromoléculas, y de hecho muchos autores consideran que son las macromoléculas biológicas más abundantes. Pero claro, para ser las biomoléculas más abundante también habría que contar las piezas de otros tamaños…
Unas biomoléculas de menor tamaño son los nucleótidos. Entre sus funciones está actuar como señales químicas en los sistemas celulares en respuesta a estímulos externos como las hormonas, pero por lo que son más conocidos es por ser los constituyentes del ácido desoxirribonucleico (DNA) y el ácido ribonucleico (RNA). Tanto el DNA como el RNA son compuestos de gran tamaño que hacen de almacenes biológicos de información; y por ejemplo, en los seres humanos esta función recae en el DNA mientras que el RNA está implicado en convertir todos los datos almacenados en el DNA en biomoléculas que ejecuten esas instrucciones.
Unas moléculas que no son muy abundantes pero que a gran parte de la población humana le preocupan bastante son los lípidos. Quizás, de todas las biomoléculas, los lípidos son el grupo más heterogéneo ya que su única característica común y definitoria entre todas ellas es su insolubilidad en agua (y por lo tanto son moléculas hidrofóbicas). En esta amalgama bioquímica hay ácidos grasos, fosfolípidos, esteroles, etc. y sus funciones van desde construir estructuras como la membrana plasmática que separa del exterior al interior de las células animales, hasta servir de almacén energético (que es la función que las ha hecho más populares). Pero también hay lípidos que sin ser los elementos más abundantes del metabolismo juegan papeles importantes en procesos enzimáticos, absorción de luz o transporte electrónico. Así que los lípidos son mucho más que “grasa en los michelines”.
Y por último, entre todas las biomoléculas todavía queda un cuarto grupo y son sus miembros los que resultan ser las biomoléculas más abundantes de la Tierra: los glúcidos. Muchos de ellos, aunque no todos, poseen la fórmula (CH2O)n y en algunos casos su composición también incluye átomos de nitrógeno, fósforo o azufre. Vamos, que químicamente hablando son polihidroxialdehídos o cetonas, o al menos sustancias que por hidrólisis dan lugar a estos compuestos. Para entender cómo pueden ser las biomoléculas más abundantes hay que mirar más allá del ser humano y del reino animal: al año los procesos fotosintéticos convierten más de 100.000 millones de toneladas métricas de H2O y CO2 en celulosa y otros productos vegetales que son glúcidos. Además, algunas de ellas como la glucosa son clave en el metabolismo energético de muchos organismos (humanos incluidos), y otras forman estructuras rígidas como los exoesqueletos de quitina de los artrópodos.
Referencia:
“Lehninger. Principios de Bioquímica”. Cuarta edición (2006)
Por Pablo Barrecheguren
Anterior | Siguiente |
El índice Big Mac | ¿De qué formas se puede evaluar el aprendizaje? |