Cisnes Negros
Publicado el 12 de Marzo de 2020 | Economía

Hasta la llegada en el S XVII de los primeros exploradores a Australia, en Europa se pensaba que todos los cisnes eran blancos. La visualización a lo largo de los siglos de todos los cisnes de ese color parecía constatar que todos lo eran. Sin embargo la aparición de cisnes negros en Australia acabó de golpe con esa supuesta “evidencia”.
El economista Nassim Nicholas Taleb en su libro “The Black Swan” utiliza a los cisnes negros como metáfora para formular su teoría. Según Taleb, los economistas tienden a hacer predicciones de futuro basándose en la experiencia pasada. No obstante, hay hechos, sucesos, acontecimientos (cisnes negros) que, aunque tienen muy pocas probabilidades de producirse suceden y provocan los grandes cambios que hemos vivido a lo largo de la historia.
La primera guerra mundial, La caída del muro de Berlín y la posterior desintegración del sistema socialista, los atentados a las torres gemelas de Nueva York, la aparición de internet y de las redes sociales, o hechos más recientes como el Brexit y la llegada de Donald Trump al poder son sin duda “cisnes negros”; fenómenos muy distintos que, por mucho que no los hubiéramos visto antes, no significaba que no fueran posibles. Si nos fijamos bien, todos estos y otros muchos “cisnes negros” son los que han cambiado el signo de la historia.
Las decisiones económicas que toman los gobiernos, las familias o las empresas tienden a ser de tipo “racional” pero en ocasiones son equivocadas al no tener en cuenta a estos “cisnes negros” que suceden con una pequeña probabilidad. Precisamente esa pequeñísima probabilidad hace que pensemos incluso que esos cisnes negros no existen como sucedía en Europa antes de que se encontraran en Australia.
Taleb en su libro sostiene que el mundo actual es el resultado de un conjunto de eventos raros, imprevistos y altamente improbables y que, sin embargo, tienen y han tenido una influencia tremenda para la humanidad. Taleb cuestiona los “sesudos” análisis económicos que se hacen para predecir el futuro utilizando las evidencias del pasado, predicciones que, tarde o temprano, chocarán por la aparición imprevista de un “cisne negro”. El objetivo de su teoría no es hacer frente a estos sucesos ni encontrar un modo de predecirlos, sino simplemente señalar una serie de puntos para poder identificarlos bien. Según él, solamente desde la retrospección y, una vez sucedido el hecho, se podrá racionalizar y observar qué indicios existían que no se tuvieron en cuenta para que sucediera el acontecimiento.
Actualmente estamos viviendo uno de esos cisnes negros. La irrupción de la crisis del coronavirus como pandemia mundial está sin duda afectando a la economía y las consecuencias son impredecibles en la actualidad. La caída en las bolsas, la paralización de China como “fábrica del mundo” y las consecuencias en la cadena de suministro de bienes y servicios, la cancelación de eventos económicos, culturales y deportivos, el freno del turismo y en definitiva, el miedo al contagio tanto físico como económico son hechos que nadie había previsto y cuyos efectos finales dependerán de la extensión temporal de la pandemia.
Por José Ángel Navarro Martínez
Anterior | Siguiente |
Coeducación: la clave para la igualdad | Ganemos la guerra a los microorganismos empezando por uñas y manos |