A la luz le afecta la gravedad y otras curiosidades físicas que tal vez no sabías
Publicado el 13 de Junio de 2018 | Física y Química

Algunos conceptos de física sorprenden a los alumnos e incentivan su curiosidad por saber más de la asignatura. Estos son algunos que más preguntas suscitan.
Una de las nociones más sorprendentes es la de que a la luz le afecte la gravedad. Sin embargo, este concepto es bien conocido en astrofísica ya que los objetos de mayor masa, como las galaxias actúan como lentes gravitacionales curvando la luz procedente de objetos distantes.
También se sorprenden al enterarse de que el tiempo se para a la velocidad de la luz. Según la relatividad general de Einstein la velocidad de la luz es constante sin importar el sistema de referencia desde el que se mida. Esto quiere decir que la luz de una bombilla se transmitirá a la misma velocidad vaya o no vaya a bordo de una nave espacial desplazándose a toda velocidad. Sorprendentemente, lo que sí cambia según el observador es el tiempo. El tiempo se dilata para sistemas de referencia que se desplazan a altas velocidades, y esto, llevado al extremo, implica que, teóricamente, el tiempo se para completamente si viajáramos a la velocidad de la luz.
Por otro lado, los alumnos se extrañan cuando descubren que los agujeros negros no son tan negros. Los agujeros negros se llaman así por analogía con el color negro ya que este es el único que absorbe la radiación de todos los colores sin reflejarlos. Sin embargo, según Stephen Hawking los agujeros negros no absorberían todo aquello que cruza su horizonte de sucesos, tal y como se creía hasta ahora, sino que el agujero emite un tipo de radiación conocida como radiación Hawking que hace que los agujeros negros vayan perdiendo masa, aunque esta disminución sería únicamente detectable para intervalos de tiempo comparables a la edad del Universo.
Tampoco se esperan que la velocidad a la que caen los objetos no dependa de su peso. Si tiramos una pluma y una canica desde la misma altura la intuición nos dice que la segunda llegará antes. Sin embargo, el motivo no es el peso, sino el rozamiento con el aire. Esto no ocurre si sacamos todo el aire de la habitación, o si realizamos la prueba en un tubo al que hemos practicado el vacío.
Finalmente, a los estudiantes les sorprende que los fotones tarden 40.000 años en viajar del centro del Sol a su superficie y sólo algo más de 8 minutos en llegar a la Tierra.
En el interior de nuestra estrella los fotones que se producen impactan contra los átomos de su interior cambiando de dirección constantemente. Esto hace que producido en el núcleo solar realice miles de quiebros hasta recorrer los 696.000 kilómetros que lo separan de la fotosfera. Sin embargo, una vez abandonada la superficie solar cruzará el espacio a su velocidad máxima alcanzando nuestro planeta en apenas 8 minutos y 19 segundos.
Por Lucía García
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